Palabras del Pastor

Obispo de Rancagua habla de nueva parroquia en Santa Cruz

- Bajo la advocación de “Jesús, Buen Pastor”, será constituida la nueva parroquia el próximo 22 de abril.

En el período que me ha correspondido ser obispo he podido ver el crecimiento de algunos sectores urbanos muy importantes: en Rancagua creamos la parroquia Santa Clara desmembrándola de la parroquia Cristo Rey, donde están los padres de Don Orione; posteriormente, en Machalí con el desarrollo poblacional, creamos la parroquia Sagrada Familia en el sector de Nogales y la tercera parroquia que vamos a crear el próximo domingo 22 de abril es la “Jesús, Buen Pastor”, que está en el sector sur de Santa Cruz. Es una parroquia que ha crecido mucho, tiene muchas capillas y muchas comunidades entonces en diálogo con el consejo de consultores  y el actual párroco, padre Juan Carlos Urrea, hemos visto la conveniencia de hacer una nueva parroquia, lo cual fue aprobado por los organismos pertinentes. Esta parroquia por ahora va tener una sede provisoria hasta que, Dios mediante, logremos construir el nuevo templo parroquial. Es una manera concreta de poder servir mejor a los hermanos y hermanas de esa gran ciudad de Santa Cruz.

 

El párroco que ha sido nombrado es el padre Claudio Fuenzalida, un sacerdote joven y entusiasta. Trabajó con mucho cariño y dedicación en la parroquia San Antonio de Padua en Chépica y que al terminar su mandato, puso su cargo a disposición y me pareció conveniente que él asuma esta nueva parroquia. Él va vivir en el Colegio del Irfe donde también vive el capellán del establecimiento y un diácono permanente que también van a ayudarle en las tareas pastorales. A esta parroquia hemos querido ponerle el nombre de “Jesús, Buen Pastor”, porque Jesús en esencia es eso, es el Pastor que da la vida por su pueblo, que entrega todo lo que es y todo lo que tiene al servicio de los demás y eso es lo que esperamos de cada sacerdote y de cada diácono. Los desafíos que tiene el padre Claudio son los mismos de la Diócesis; seguir implementando las propuestas sinodales, especialmente en el tema de la familia y de la juventud, asumir las grandes orientaciones que nos dejó el Papa Francisco en su reciente visita a Chile, que iremos profundizando en toda la Iglesia Diocesana y tener presente de manera muy especial al mundo de los jóvenes que este año, presididos por el Papa, celebrarán el Sínodo del mundo juvenil. Por lo tanto, los desafíos son mantener todo lo que ya había en esas capillas y comunidades de la nueva parroquia y acrecentar la tarea evangelizadora con los mismos acentos que tenemos en la Iglesia diocesana.