Palabras del Pastor

Obispo de Rancagua llama a orar por el Día del Trabajo

Monseñor Alejandro Goic karmelic enfatizó que en Chile se ha avanzando en el tema laboral, pero “todavía nos falta mucho”.

 

Tradicionalmente en nuestra Iglesia diocesana celebramos anticipadamente el Día del Trabajo con la Santa Misa para orar por todos los trabajadores y allí transmitir en la homilía un mensaje del pastor a la comunidad diocesana. El Día del Trabajo para la Iglesia es un día muy significativo, los Papas últimos han escrito varias encíclicas sociales señalando la gran responsabilidad de la sociedad frente a los trabajadores y de manera especial a los trabajadores humildes. En una de las encíclicas de Juan Pablo II, él señala la dignidad del trabajo por sobre el capital; el capital es necesario, pero cuando ocupa el primer lugar en desmedro de la dignidad de las personas, ese capital no cumple su función social. Por eso que el documento del Papa habla de la primacía de la persona, del trabajador por sobre el capital, y eso evidentemente tiene consecuencias en salarios dignos, en los descansos legítimos de los trabajadores, en acompañarles, en que puedan tener viviendas dignas, posibilidad de darles estudios a sus hijos. Entonces, en este contexto, la Iglesia hace un llamado a toda la comunidad diocesana y, el Papa, a nivel mundial, para que las relaciones entre la empresa y los trabajadores estén motivados por los valores de la justicia, por la solidaridad. De ahí que todas las leyes que atañen al trabajo tienen que tener otros tres grandes actores: los gobiernos, los empresarios y los mismos trabajadores. En Chile, hemos avanzado pero sin duda todavía nos falta mucho y en ese sentido queremos orar para que se siga avanzando. 

 

Bueno, la invitación la hemos hecho de manera formal, con cartas a las autoridades, a los miembros de las comunidades cristianas y a los dirigentes de las organizaciones de los trabajadores para que participen en la Eucaristía en la Catedral este viernes 27, a las 19:30 horas. Ahí queremos orar con mucha fe para que estos valores que describíamos recién de respeto y de dignificación del mundo del trabajo se vayan consolidando en nuestra Patria. Al mismo tiempo, queremos orar por lo que el Papa nos pidió, que como Iglesia en Chile estemos en estado de oración para que ese encuentro de todos los Obispos de Chile con él a fines de la primera quincena del mes de mayo podamos con esperanza acoger sus orientaciones y sugerencias y, con la gracia de Dios, empezar una nueva etapa frente a las realidades tan dolorosas de las cuales el Papa ha pedido humildemente perdón. A todos pues, una invitación a participar en la misa del trabajo, a orar por todos los trabajadores y también por esta necesidad de nuestra Iglesia en Chile.