En la fiesta de la Ascensión, desde hace casi más de 50 años, la Iglesia celebra una jornada especial para orar por todos los comunicadores sociales, dada la transcendencia que los medios tienen hoy en nuestra vida, en el mundo y en la sociedad. Este año el mensaje del papa Francisco gira en torno al “Fake news y el periodismo de paz”, es decir, este fenómeno nuevo de las redes sociales en que muchas veces se distorsiona la verdad con el objetivo de manipular a la opinión pública o simplemente de señalar cosas que son falsas. El Papa frente a esta realidad de la tecnología actual, señala la palabra de Cristo, diciendo que “la verdad nos hará libres”. El sostiene que el antídoto más eficaz contra el virus de la falsedad es dejarse purificarse por la verdad. Por lo tanto, la verdad no es solamente sacar a la luz cosas oscuras, sino que sobre todo es vivir en la verdad en todos los acontecimientos de la vida y en ese sentido el único verdaderamente veraz es Jesucristo. Él se definió así: “yo soy la verdad”. Lamentablemente en nuestro mundo actual se miente mucho y se falsean las realidades, cuando uno lee las redes sociales se da cuenta que muchos opinan sobre acontecimientos que ocurren, pero sin una realidad objetiva, entonces se miente, se calumnia, se falsean los hechos reales. Por eso es muy importante este mensaje, que el mundo pueda acogerlo especialmente todos los que creemos en que Jesús es la verdad, porque ella nos hace, como dice el Evangelio, verdaderamente libres.
Sin duda los comunicadores sociales tienen una gran responsabilidad. El Papa también en su mensaje dice que el mejor antídoto contra las falsedades no es tanto estudiar estrategias para superarlas, sino que las personas libres de la codicia estén dispuestas a escuchar y permitir que la verdad emerja a través de un diálogo sincero, personas que atraídas por el bien se responsabilizan en el uso del lenguaje. Creo que la gran tarea de los comunicadores sociales, particularmente los periodistas, es buscar informaciones objetivas y no lanzar lo primero que se dice, no pretender ganarle a los otros en sacar primicias que, a veces, no corresponde a la realidad de los hechos. Siento que la responsabilidad de los periodistas en el mundo actual es tremenda, porque son los que están en contacto con las realidades e informan periódicamente al mundo, a los ciudadanos. Por ello debemos cuidar a los periodistas y ayudarles con informaciones veraces y no hacernos eco de informaciones falsas, porque evidentemente rompen la paz. Por eso el Papa une mucho en su mensaje la verdad y la paz, cuando se miente, se falsea la realidad, la paz se destruye entre individuos, entre grupos humanos y a un nivel macro también en los grandes conflictos mundiales. Por eso, son tiempos recios los que vivimos, son tiempos que nos exigen a todos y, especialmente a quienes tienen esta gran responsabilidad de comunicar la verdad de lo que acontece, a no dejarse llevar por otros intereses que no sean la paz y la justicia social.