La semana pasada tuvimos una Asamblea Plenaria Extraordinaria todos los obispos de Chile dividida en dos momentos, el primero del lunes al miércoles, en que estuvimos reunidos todos los obispos sólo entre nosotros. Tuvimos una conversación muy franca, muy abierta, en la que cada uno pudo contar su experiencia, lo que ha vivido en los últimos meses que han sido muy intensos a nivel eclesial desde que nos reunimos con el Santo Padre en Roma, también con las distintas comunicaciones que hemos recibido del Santo Padre que han iluminado nuestra reflexión. Y luego, desde el miércoles hasta el viernes, se incorporaron los vicarios pastorales de las diócesis de Chile y otros laicos y personas que colaboran pastoralmente, para poder enriquecer la reflexión sobre lo que tenemos que hacer de ahora en adelante con la ayuda de ellos. Fue desde ese punto de vista un momento muy importante de tomarle el peso a la crisis que estamos viviendo como Iglesia relacionada con el tema de los abusos y de cómo podemos enfrentarla para ir solucionando estas situaciones.
En el último tiempo todas las investigaciones previas que tienen que ver con abusos sexuales a menores de edad o presuntos abusos sexuales se están haciendo públicas, y queremos establecerlo como principio. Esto en conexión a cómo nosotros podemos colaborar de forma eficaz y fluida con el ministerio público, con la justicia chilena, para que la justicia también asuma el rol que le corresponde para perseguir estos delitos.
Estamos encaminados y se están haciendo conversaciones para llegar a un acuerdo con la Fiscalía nacional y establecer un criterio que nos deje conforme a nosotros como Iglesia y a la fiscalía también como institución del Estado de Chile, para poder proveer la información necesaria y en tiempo oportuno cuando nos veamos presuntamente enfrentados a este tipo de delitos.
En Chile en este momento hay una prescripción de cinco años, desde el punto de vista de la legislación civil chilena. La Iglesia ha aumentado la prescripción a veinte años desde que la víctima cumple los dieciocho años, y tiene contemplada la posibilidad de que se levante la prescripción. Entonces, todos sabemos y por lo que hemos podido conocer con mayor profundidad, especialmente gracias al aporte de especialistas que han estudiado estos temas, que en el abuso sexual de menores de edad, una de sus consecuencias graves, es que las personas que han experimentado este tipo de situaciones se guardan en su corazón y en su conciencia por muchos años y con mucho dolor estas cosas, por miedo a denunciar o por inseguridad para hacerlo, entonces, también en el documento decimos que valoramos enormemente todos los esfuerzos que en la sociedad chilena se están dando para aumentar el tiempo de prescripción o bien eliminarlo. Sabemos que eso puede traer dificultades desde el punto de vista de la investigación, pero creemos que tenemos que hacer todos los esfuerzos para que efectivamente aquellos que cometen el delito de abuso sexual a menores cumplan su responsabilidad de frente a los tribunales de justicia chilena.
Este momento que hemos vivido como Iglesia ha sido muy doloroso para muchos, para todos, no sólo para los obispos, también para los sacerdotes y muchos laicos que generosamente prestan voluntariamente su tiempo para colaborar en la evangelización. La gran mayoría de los sacerdotes, los laicos, religiosos y religiosas no están, ciertamente, involucrados en este tipo de situaciones, pero, por el hecho de ser sacerdotes o por estar ayudando y colaborando con la Iglesia han sentido y experimentado muchas veces el desprecio, la crítica, la descalificación de otras personas, y se sienten un poco abatidos muchos de ellos por esa situación y también por la situación en sí misma, que es reprobable y que a todos nos deja perplejos de que ocurra dentro de la Iglesia y profundamente entristecidos. Pero esto es una palabra de apoyo para este gran mundo de personas, de agentes pastorales que con gran generosidad entrega y amor por el Reino hacen lo suyo para alentarlos a seguir trabajando por este camino.
*Extracto entrevista realizada por el Vatican News a monseñor Fernando Ramos.