- En un silencio orante, los catequistas de la diócesis renovaron sus promesas bautismales y el compromiso con la catequesis, durante la eucaristía celebrada el jueves 26 de mayo.
El obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, los invitó a celebrar su día con una Eucaristía y los catequistas acudieron masivamente, muchos acompañados de sus párrocos, hasta el Santuario de Santa Rosa de Pelequén, el pasado jueves 26 de mayo. Misa que también fue seguida por cientos de catequistas a través de facebook, y que tiene más de 600 reproducciones.
La delegada episcopal de Catequesis, hermana María Antonieta Parraguez dio la bienvenida a los asistentes, citando al papa Francisco: “Catequistas, adoradores, personas humildes que reconocen la grandeza infinita de Dios”.
El pastor diocesano celebró la misa, acompañado del Vicario General de la Diócesis, padre José Vergara; el Vicario Judicial, padre Marcelo Lorca; el rector del Santuario de Santa Rosa, padre Juan Carlos Farías; y el padre Esteban Monsalves.
En la oportunidad, el obispo señaló que “hoy se cumplen 40 días de la Resurrección del Señor, hoy es el día Ascensión del Señor, pero lo celebramos el domingo para que todos podamos participar”, dijo; y enfatizó que “en este día el Señor nos entrega la misión de ir por todo el mundo a anunciar el evangelio. Esa es una tarea que corresponde a cada cristiano, a cada bautizado, pero de forma especial ustedes catequistas, que han asumido esta misión, ustedes que dedican tanto tiempo para que otros hermanos puedan conocer a Dios”.
Recalcó la importancia de seguir formándose en la tarea de servir al Señor, “no contentarnos con lo que sabemos, que otros que han aprendido más nos enseñen para con nuevos elementos llegar con el mensaje de Jesucristo, con una manera nueva y diferente que pueda cautivar el corazón y las mentes de quienes buscan al Señor”.
El pastor diocesano agradeció el servicio, la perseverancia y el cariño a la Iglesia; y los instó a con humildad a seguir formándose y animarse a continuar en esta misión de invitar a otros para anunciar al Señor Jesucristo. “Gracias por estar aquí y celebrar su día, sigan adelante con renovado entusiasmo”, les dijo.
RENOVACIÓN DE PROMESAS BAUTISMALES
En un silencio orante y el templo a oscuras, cada catequista encendió una vela y frente a las preguntas del pastor diocesano, se escuchó un rotundo SI CREO, como parte de la renovación de su fe bautismal y el compromiso con la catequesis.
Finalizando la celebración del día del catequista, el obispo recordó a san Felipe Neri, sacerdote que vivió alrededor del 1500 en Roma y que encontró que había tanta ignorancia religiosa, que se dedicó a trabajar con los niños y jóvenes y enseñarles a rezar, a cantar, y a alabar a Dios, “qué bueno que en su fiesta celebramos el Día del Catequista”, señaló.
Por su parte, la hermana María Antonieta, agradeció al obispo, a los sacerdotes y a cada uno de los catequistas por responder al llamado del Señor.