- Ciruelos, Páñul, Paredones y San Pedro de Alcántara, entre otras comunidades realizaron la novena, procesión y posterior Eucaristía para pedir por la lluvia.
Respondiendo al llamado del obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, quien invitó a la rogativa a San Isidro, distintas comunidades cristianas, especialmente del Secano Costero de nuestra diócesis de Rancagua, vivieron diferentes instancias de devoción y oración a este santo.
Es así como en la Parroquia San Andrés de Ciruelos la rogativa por la lluvia partió el 6 de mayo cuando comenzaron a rezar la novena y el pasado 15 de mayo hicieron una masiva procesión.
La peregrinación se inició en el templo San Andrés hasta la comunidad de San Isidro de Pañúl, y fue encabezada por el párroco de Ciruelos, padre Claudio Fuenzalida, quien iba escoltado por tres diáconos y el pueblo fiel no sólo de esa localidad, sino que también de Cáhuil y de Pichilemu. Durante todo el trayecto fueron orando y cantando con alegría y fe al Señor, y llevando en un engalanado carro la recién restaurada imagen de San Isidro.
El recorrido duró cerca de una hora y media, y participaron cerca de 50 fieles que iban caminando y más de 80 huasos a caballo en procesión con la imagen de San Isidro Labrador.
Al llegar a Pañúl fueron recibidos por miembros de esa comunidad y el padre Claudio celebró una misa para rogar por la lluvia. Al finalizar, parejas bailaron tres pies de cueca y luego se compartió fraternalmente chocolate caliente y pan amasado.
OTRAS PROCESIONES
También el 15 de mayo, en la comuna de Paredones, los fieles de la parroquia Nuestra Señora de las Nieves, realizaron una procesión rumbo a San Pedro de Alcántara, al son de la música de Luis Becerra, quien sobre un camión animó esta rogativa. Bomberos de Bucalemu, Paredones y San Pedro de Alcántara y decenas de autos fueron parte de esta peregrinación, escoltada por Carabineros.
Alrededor de las 17 horas, se arribó a San Pedro de Alcántara donde se celebró con la participación de fieles y decenas de huasos, la Eucaristía, presidida por el párroco de Paredones, padre Fermín Castro Fuentes. En la oportunidad, el padre se refirió en la homilía a la novena y señaló: “Estos nueve días han sido una bendición, tengamos paciencia no desesperemos, ya llegará la lluvia y cuando llegue, sepamos también ser agradecidos con Dios y bendecir a Dios por lo que la tierra nos brinda a cada uno de nosotros”, sentenció.