• Alegría ha provocado la canonización de Carlos De Foulcauld realizada el 15 de mayo en Roma. En la oportunidad, el Papa Francisco señaló que: ““En él podemos ver a un profeta de nuestro tiempo, que fue capaz de sacar a la luz la esencialidad y universalidad de la fe”
El domingo 15 de mayo el Papa Francisco presidió la celebración Eucarística y el rito de canonización de diez beatos: Titus Brandsma, Lázaro conocido como Devasahayam, César de Bus, Luigi Maria Palazzolo, Justin Maria Russolillo, Carlos de Foucauld, Marie Rivier, María Francisca de Jesús Rubatto, Maria di Gesù Santocanale y Maria Domenica Mantovani.
Esta esperada ceremonia provocó inmensa alegría entre las miembros del Instituto Secular Jesús Caritas, presente en nuestra Diócesis, pues Carlos de Foucauld es su inspirador. Antes de la ceremonia, el 14 de mayo, se reunieron, reflexionaron e hicieron adoración para esperar la canonización. Luego, cada una desde su casa, pudo verla en los medios digitales, ya que fue a las 4 de la madrugada del 15 de mayo (hora chilena).
En su homilía, el Santo Padre dijo que “amar significa servir y dar la vida, servir es no anteponer los propios intereses, desintoxicarse de los venenos de la avidez y la competición, combatir el cáncer de la indiferencia y la carcoma de la autorreferencialidad… Dar la vida, es salir del egoísmo para hacer de la existencia un don. El Señor tiene un proyecto de amor para cada uno de nosotros, cada uno tiene que seguir ese camino de santidad".
El Papa continuó señalando que "la santidad no está hecha de algunos actos heroicos, sino de mucho amor cotidiano. Cada uno de nosotros, podemos amar al otro como Cristo nos ha amado. Es tan simple el camino de la santidad". Agregó que "somos nosotros que lo complicamos. El Señor, dijo, tiene un proyecto de amor para cada uno, tiene un sueño para nuestras vidas".
Un profeta de nuestro tiempo
En el marco de la canonización, el Santo Padre recibió a 50 miembros de la Asociación de la Familia espiritual Charles de Foucauld, que viajaron a Roma con motivo de esta ceremonia. En la ocasión les dijo: “En él podemos ver a un profeta de nuestro tiempo, que fue capaz de sacar a la luz la esencialidad y universalidad de la fe”
Explicó sobre su “esencialidad”, que San Carlos condensó el sentido de la creencia en dos simples palabras, en las que está todo: ‘Iesus – Caritas’ y sobre todo volviendo al espíritu de los orígenes, al espíritu de Nazaret. Lers manifestó su deseo de que a ejemplo de este nuevo santo “sigan imaginando a Jesús caminando entre la gente, que lleva adelante con paciencia un trabajo fatigoso, que vive en la vida cotidianidad de una familia y de una ciudad”.
Francisco destacó que “Como Iglesia tenemos necesidad de volver a lo esencial – ¡volver a lo esencial! – no perderse en tantas cosas secundarias, con el riesgo de perder de vista la sencilla pureza del Evangelio”
En cuanto al segundo término que usó el Papa sobre la “universalidad”, dijo que el nuevo santo “vivió su cristianismo como un hermano de todos, comenzando por los más pequeños”. Añadió que su objetivo no era convertir a los demás, sino vivir el amor gratuito de Dios, poniendo en práctica "el apostolado de la bondad".
Durante la reunión, el Santo Padre quiso agradecer a San Carlos de Foucauld, “porque su espiritualidad me hizo mucho bien cuando estudiaba teología”, dijo. Además, mostró su “alegría por la canonización del hermano Carlos”.