Palabras del Pastor

Obispo Ramos anima a acoger a los migrantes como hermanos

El administrador apostólico, monseñor Fernando Ramos Pérez, enfatizó que es necesario dar un salto cualitativo y ver al otro como que también nos puede enriquecer y que son hermanos nuestros.

Monseñor, ¿Qué dice la Iglesia sobre acoger a los migrantes?

El fenómeno migratorio es una realidad que con mayor o menor intensidad ha estado siempre presente en la historia de la humanidad. Durante las últimas décadas hemos visto distintos fenómenos migratorios con una particular dramaticidad de algunos grupos como del África subsahariana hacia Europa, dentro del mismo continente americano hacia el norte y en los últimos años, una atracción importante de migrantes hacia países de Sudamérica, como el nuestro. Hay países de los cuales ha migrado mucha gente, como Venezuela, Haití, República Dominicana, desde donde han llegado a nuestro país. La Iglesia frente a esta situación dice primero que es un hermano, y a un hermano se acoge y  se recibe como parte de la familia. Cuando hay fenómenos migratorios las poblaciones locales que reciben esta población a veces se sienten amenazadas, pero la invitación que hace la Iglesia, es a hacer un salto cualitativo y descubrir en el otro, que, a veces, tiene costumbres y formas de expresarse distintas, como alguien que también nos puede enriquecer y que son hermanos nuestros.

 

Monseñor, ¿Por qué es importante que como Iglesia diocesana celebremos la Navidad de los Migrantes?

La Navidad para el mundo occidental no sólo evoca el hecho histórico del nacimiento de un niño, también se vincula ese nacimiento a la generación de esperanza, a la mirada de  futuro con un ánimo renovado, la humanidad entera tiene una posibilidad enorme cuando evocamos este hecho histórico, porque vemos en ello el nacimiento de Jesús que se hace presente desde nuestra fragilidad y condición vulnerable. Pues, bien, para los migrantes que están viviendo una particular vulnerabilidad, por haber abandonado su país y muchas veces a su familia, la Navidad se transforma en un momento de mucha esperanza de que algo bueno va a surgir en su proceso migratorio. Entonces el hecho que la comunidad diocesana abra un espacio de celebración de la Navidad con los migrantes, es darles una cuota de esperanza, animarlos en su camino, acogerlos como hermanos y que también puedan festejar la Navidad como un hecho importante en sus vidas.