Monseñor, ¿A qué nos llama la celebración del Bautismo del Señor?
Este domingo 13 de enero celebramos la festividad del Bautismo del Señor. Con ésta concluimos el tiempo de Navidad, que empezó el 25 de diciembre en que nos concentrábamos en el nacimiento de Jesús en el pesebre de Belén. El 30 de diciembre celebramos Sagrada Familia, compuesta por María, José y Jesús, que se transforman en un modelo para nosotros los cristianos para nuestra propia familia; el domingo siguiente recordamos la Epifanía del Señor que es la manifestación de este niño nacido en Belén como salvador del mundo, la luz que ilumina a todos los pueblos, y por eso llegan los tres reyes magos de diferentes nacionalidades y lugares para adorar al Señor. Este domingo 13, celebramos el Bautismo del Señor, que es cuando concluye el tiempo de Navidad y comienza el ministerio público de Jesús, ya como persona adulta, predicando el Reino de Dios, realizando una serie de milagros y a través de sus parábolas invitando a las personas que lo seguían a acoger este Reino. Es un tiempo en el cual concluye la preparación de Jesús, desde la Navidad hasta su Bautismo, y que ahora, en especial en las lecturas de la misa, se nos presenta en su ministerio público. Ese es el significado de este domingo que muestra a Jesús siendo bautizado por Juan Bautista, a orilla del río Jordán, no como un sacramento ni como una preparación a la venida del Mesías, sino como un momento que se manifiesta como el Mesías ungido por el Padre, porque Juan Bautista dice que debe bajar el Espíritu Santo sobre la persona de Jesús, que es el ungido como el Mesías, el salvador del mundo.
Monseñor, ¿Cuál es la importancia de recordar el sacramento del Bautismo?
Nosotros los cristianos entramos a la vida cristiana, a través del sacramento del Bautismo que se inspira en este momento del Bautismo de Jesús, pero no es exactamente lo mismo. En el Bautismo recibimos el don de la fe. Por ello, a los padres y padrinos se les regala una velita encendida para que la tengan en sus manos y que es la expresión de la fe de la persona que se ha bautizado y que es una fe que ilumina la vida de las personas. Entonces, nosotros cada vez que participamos de la Santa Misa, partimos haciendo el signo de la cruz y abriéndonos como creyente a participar de la asamblea, escuchando la palabra del Dios, participando del Cuerpo y la Sangre del Señor, y eso es gracias al bautismo que nos hace parte del Pueblo de Dios, de esta gran comunidad creyente y que vamos actualizando año a año en la Vigilia Pascual. Hay otro sacramento que se vincula mucho al Bautismo, que es el de la Confirmación, que se realiza cuando ya se está entrando a la edad adulta, cuando uno en forma libre y autónoma le dice Sí al Señor y recibe los dones del Señor para enfrentar la vida como una persona creyente.