Palabras del Pastor

Obispo Ramos explica los énfasis 2019 en la Diócesis de Rancagua

- El administrador apostólico de Rancagua, monseñor Fernando Ramos Pérez, da luces sobre las formas concretas de abordar los principales objetivos de la Iglesia local este año.

Monseñor, este año uno de los énfasis es la comunión y participación ¿Cómo se concreta en la práctica?

Hay muchas formas de participación en la vida de la Iglesia. No sólo a través de la catequesis o la ayuda fraterna, también en servicios que ayudan a la comunidad parroquial, dando parte de nuestro tiempo, talento e incluso dinero para mantención de nuestros templos. Pero lo más importante es que todos nos sintamos miembros de una única Iglesia, Pueblo de Dios. Desde esta perspectiva, es fundamental que abramos los espacios parroquiales a la colaboración. Una forma concreta de participación son ciertamente los consejos pastoral y económico que tienen que existir en todas las parroquias de la diócesis. Sólo así iremos caminando hacia una Iglesia más sinodal, en la que pastores y pueblo fiel se encuentran juntos como peregrinos en la vida.

Monseñor, ¿Cómo se dará énfasis a la protección de menores en la Iglesia?

El Santo Padre dijo que “el objetivo principal de cualquier medida es el proteger a los menores e impedir que sean víctimas de cualquier abuso psicológico y físico. Por lo tanto, es necesario cambiar la mentalidad para combatir la actitud defensiva-reaccionaria de salvaguardar la Institución, en beneficio de una búsqueda sincera y decisiva del bien de la comunidad, dando prioridad a las víctimas de los abusos en todos los sentidos”. Así es como en la diócesis crearemos una delegación pastoral para la protección de los menores, de manera que, en coordinación con el Consejo Diocesano de Protección de Abusos, pueda llevar adelante los programas de formación para que construyamos ambientes sanos y seguros en todas nuestras comunidades.

Monseñor, ¿Qué se pretende con la formación que será prioridad este año?

El mensaje del Señor es universal, pero ¿lo conocemos bien? El deseo y anhelo por conocer e investigar es la clave para que podamos comprender de mejor forma el mundo que vivimos y las claves y códigos que parecen regirlo. Esto exige de nuestra parte la suficiente flexibilidad para ver las cosas desde una perspectiva nueva. La invitación es  a que nos atrevamos a ensayar formas nuevas de formación sin esperar a que nos digan cómo debemos hacerlo.