De tradición mariana, las seis comunidades que conforman la parroquia Nuestra Señora del Carmen de El Olivar estarán el próximo 16 de julio de fiesta patronal, la cual celebrarán con la Eucaristía Solemne. Sin embargo, la mayor cantidad de actividades -explica su párroco desde hace dos años, el padre Manuel Peña- se celebrará en el mes de octubre, cuando el clima es mejor.
La vida parroquial, actualmente, se está retomando en presencialidad en los distintos grupos que forman la parroquia, como son: el grupo de Liturgia, que ayuda en cada misa y actividades especiales; Ayuda Fraterna, existe un representante en cada comunidad que ayuda a distribuir los aportes a quienes más lo necesitan; los tres coros, los ministros de comunión y la catequesis.
La mayoría ha regresado en forma presencial, sin embargo, algunos -especialmente los que están conformados por adultos mayores- todavía mantienen un estilo de pandemia. Es así como los grupos de oración todavía no asisten al templo y de los grupos de adultos mayores, sólo en el sector Nueva Olivar se está reuniéndose.
Por otra parte, el padre Manuel explica que si bien no con la habitualidad anterior a la pandemia, el Consejo Pastoral Parroquial, así como el Económico, están funcionando y eso también permite darle más marcha a la parroquia.
Énfasis en la eucaristía y la atención espiritual
El padre Manuel Peña señala que debido a que se acortó el tiempo de formación para recibir los sacramentos, en su parroquia se puso como requisito que los jóvenes de catequesis participen activamente en la Eucaristía de cada semana, ya sea el sábado o domingo. “Entonces, ellos no sólo deben venir a la catequesis los sábados, también deben participar en la misa del sábado o domingo, en la parroquia o en otra comunidad, porque es fundamental que los niños aprendan y se acostumbren a participar en la Eucaristía. Para que cuando realicen su Primera Comunión o Confirmación, la disfruten”, explica. Con ello se quiere dar un sello particular a quienes recibirán los sacramentos.
Por otra parte, el párroco dice que en la parroquia, además de la oficina parroquial, se habilitó otra oficina de atención directa del sacerdote a los fieles, para que “la gente se acerque para la confesión, atención espiritual, y ha llegado bastante gente con harto entusiasmo. Es un espacio exclusivo para que la gente venga a confesarse con todas las medidas y tranquilidad”, explica el padre. Esta oficina funciona de martes a sábado en las mañanas, principalmente, y es para atender la espiritualidad de los fieles”.
EL COMPROMISO CON LOS ADULTOS MAYORES Y LOS JÓVENES
Para el padre Manuel Peña son varios los desafíos de la parroquia, entre ellos, está el que los fieles vuelvan a participar presencialmente en la Iglesia sin restricciones, “poder abrir las puertas del templo de par en par”.
Tras alcanzar esa presencialidad total, que la padre ansia con tanto anhelo, señala que es fundamental trabajar con los adultos mayores. “Tenemos un compromiso con ellos para que tengan un espacio en cada comunidad, tanto en la sede parroquial como en las comunidades, ellos necesitan seguir viviendo su fe cristiana católica de forma activa y presencialmente, no desde sus casas”, asevera.
El padre agrega que los adultos están en prácticamente todos los grupos de la parroquia, desde la catequesis, los coros, la liturgia, Ayuda Fraterna, entre otros, “ellos son los evangelizadores por excelencia”, dice y enfatiza que “hay que hacer que el camino de la fe de los adultos mayores sea alegre ahora que caminan lento al igual que cuando comenzaron a participar en la iglesia cuando jóvenes”.
Otro desafío del padre Manuel son los jóvenes, por lo que aspira a formar un grupo y para ello está trabajando con los jóvenes desde la Primera Comunión y Confirmación y en los coros.
Con respecto a incentivar que surjan nuevas vocaciones, el padre Manuel indica que se debe sembrar para “tengamos entre nosotros, personas que quieran prepararse para diáconos, sacerdotes y para la vida consagrada. El Reino del Señor está creciendo de a poquito. Siempre hay vocaciones, pero son silenciosas. Por ello, en las familias hay que hablar de las vocaciones, los padres no les dicen a los niños que les gustaría que siguieran el camino de Dios”.
El párroco cuenta que también están planificando cómo fortalecer la ayuda fraterna y el 1% iglesia en todas las comunidades que conforman la parroquia: sector Olivar bajo, comunidad “Nuestras señora de La Merced”; sector La Hacienda, comunidad “Jesús Nazareno”; sector camino El Río, comunidad Todos los Santos; sector El bajo, comunidad de El Carmen; sector Nueva Olivar, comunidad “María Reina” y sede parroquial.
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Una tradición: Tiradores de la Virgen del Carmen
Durante la fiesta de octubre, cuenta que el padre, se ve en todo su esplendor la labor que realiza un grupo muy antiguo en la parroquia, pero poco conocido para muchas personas. Son los Tiradores de la Virgen del Carmen, son dos grupos de hombres y mujeres que tiran el carro donde va la Virgen del Carmen, uno corresponde a la sede parroquial y otro a Olivar Bajo, que se llama La Merced. “Ellos –dice el padre- son muy activos, y habitualmente existen en las parroquias que celebramos a la Virgen en octubre; ellos tienen vestimentas especiales para esa fecha. Ésta es una tradición centenaria”, asevera el padre Manuel.