El Obispo de Rancagua, Alejandro Goic Karmelic, compartió el mes de diciembre recién pasado con los agentes pastorales de la diócesis una carta en la que abordó el tema de la formación de los futuros sacerdotes diocesanos y de su casa de estudios, el Seminario Cristo Rey, pues se han producido cambios en su estructura de funcionamiento.
- Monseñor, el 6 de diciembre usted envió una carta a los principales agentes pastorales de la diócesis (laicos, consagrados y consagradas, sacerdotes y diáconos). ¿Cuál fue el tema central de ella?
- El tema central fue la formación de los futuros sacerdotes, para el presente y futuro de nuestra diócesis. Para que tengamos pastores según el corazón de Cristo. Hombres de Dios, hombres que hagan de sus vidas un don para los demás, especialmente, en cercanía real y verdadera con los más pobres y vulnerables de la sociedad. Queremos la mejor formación para nuestros futuros sacerdotes.
- Sobre ese aspecto de formación ¿cuáles son los rasgos del sacerdote que nuestra diócesis necesita?
- Los habitantes de esta diócesis son personas acogedoras, con un gran sentido del trabajo y de mucha fe, a ellos tenemos que atender pastoralmente.
Creo que lo que más nos pide el pueblo de Dios es que nosotros, sus pastores y los que esperan serlo, seamos hombres de Dios, fascinados de verdad por Jesucristo y su Evangelio; cercanos y sencillos con todos; acogedores y disponibles a sus requerimientos; llenos de amor y misericordia, especialmente, con los pobres y humildes; generosos y abnegados en dar la vida; pastores con “olor a oveja” (como dice el Papa Francisco), es decir, entregados totalmente. En una palabra, el pueblo de Dios nos exige un camino de Santidad.
- En esta carta propone una acción fuerte de la pastoral vocacional, ¿en qué consistirá?
- El Segundo Sínodo Diocesano, en la temática de “Iglesia Fraterna”, propone una serie de acciones para involucrar a toda la diócesis en una decidida Pastoral Vocacional. Antes de Semana Santa de este año se dará a conocer el proyecto pastoral en ese sentido, que estará a cargo de dos sacerdotes y un equipo diocesano. Uno de ellos, participará durante febrero y marzo en un curso especializado en Bogotá, Colombia, para prepararse. Desde ya quiero invitar a la comunidad diocesana a orar al Padre Dios por las vocaciones y por este renovado servicio.
- Y a los formadores ¿se le entregarán también nuevas herramientas?
- Sí, queremos preparar sacerdotes que se especialicen en la formación sacerdotal, para que sirvan en nuestro Seminario Cristo Rey. Los actuales formadores del seminario, con mucha sencillez me han manifestado: “se necesita una mayor preparación académica en la materia”. Los jóvenes de hoy viven una nueva cultura y una nueva forma de relacionarse con otros, especialmente manifestada en las redes sociales. ¿Cómo evangelizar a partir de esas realidades?; ¿cómo ayudarles a vivir la fascinación por Jesucristo y su Evangelio en esta cultura?;¿cómo hacer de ellos verdaderos pastores para el siglo XXI? En la diócesis queremos hacer un esfuerzo grande para preparar formadores para el futuro.
- Este año en el Seminario Cristo Rey hay pocos seminaristas (actualmente hay seis), ¿Cuál es el futuro del Seminario?
- El Seminario Cristo Rey de Graneros es un gran don de Dios para la diócesis y lo seguirá siendo. En la actualidad, hay tres jóvenes seminaristas egresados, que vivirán en el Seminario, que prepararán su examen global de Teología y comenzarán a vivir una experiencia pastoral en parroquias e instancias diocesanas. Otros tres seminaristas (uno en Teología y dos en Filosofía) proseguirán su formación en el Seminario Pontificio de Santiago, manteniendo contacto permanente con nuestro Seminario diocesano. Tenemos además, la bendición de tener dos jóvenes en procesos de postulación.
Monseñor Alejandro Goic señala que en esta etapa el Seminario Cristo Rey trabajará muy fuerte en la Pastoral Vocacional y que se preparará adecuadamente a algunos sacerdotes para ser formadores. “Confiamos en la gracia de Dios y el apoyo de todos para que tengamos santas y generosas vocaciones”, precisó. Así, invita a que toda la Diócesis de Rancagua se involucre comprometidamente en el apoyo a esta pastoral “en una oración de fe y amor al Señor para que Él suscite vocaciones y tengamos la capacidad de formar pastores en semejanza a Él, único Pastor de nuestras vidas”, indicó el obispo.
Relación entre laicos y sacerdotes
El obispo se refiere también a la relación que se debe fomentar entre los sacerdotes y los laicos de la diócesis.
- Monseñor, los laicos son la mayoría en nuestra Iglesia ¿Cómo vislumbra la relación de los sacerdotes con los laicos?
- Como una relación de amor y de fraternidad. Ellos tienen una misión única y extraordinaria: al interior de la Iglesia, en íntima comunión con los pastores servir en las tareas evangelizadoras, y al exterior de ella, dar respuestas eficaces a los desafíos actuales de nuestra Patria con los valores del Evangelio.
Esto supone, como ha afirmado nuestro Segundo Sínodo Diocesano, sacerdotes que aprecien y valoren profundamente la especificidad de la vocación laical, superando cierta mentalidad clerical en numerosos agentes pastorales, clérigos e incluso laicos.
Y lo que afirmo de los laicos lo hago extensivo a las mujeres consagradas, ¡un inmenso don de Dios a la Iglesia! , y los diáconos ¡otro gran don! Entonces, a trabajar en verdad, como lo dijo el segundo sínodo, por una pastoral orgánica, en comunión y participación.