Monseñor, ¿Cuál es el rol de la Iglesia en las comunidades donde está inserta?
La Iglesia la constituimos todos los a bautizados -también la llamamos el Pueblo de Dios- y las personas que son bautizadas pertenecen no sólo a una comunidad religiosa, sino que también son ciudadanos y participan en todas las actividades que la sociedad civil organiza para llevar un itinerario común y para que se pueda organizar en la vida. En ese sentido, siempre nos vamos dando cuenta que en nuestra sociedad, hay personas que requieren de una mayor atención porque viven en una vulnerabilidad social, económica o de salud. Cuando una persona se encuentran en esa condición requiere de una mayor ayuda y por eso los cristianos, los bautizados tenemos una especial sensibilidad para salir al encuentro de aquellas personas que requieren de nuestro apoyo, cooperación y asistencia, que damos en la medida que nuestra sencillez y humildad nos permita aportar para superar esas situaciones.
Monseñor, en nuestra diócesis ¿Qué acciones concretas realiza la Iglesia en el ámbito de acción social?
La acción social de la Iglesia se realiza desde el mandato que nos da Jesucristo de ‘Amar a los demás como a uno mismo’. Por eso existe una gran preocupación en ese sentido que se concreta de forma organizada a través de Caritas. Es así como la Iglesia de Rancagua tiene varios programas que ayudan especialmente en estos meses de invierno a personas que están viviendo en situación de vulnerabilidad. Durante estos días se inauguró el albergue en San Fernando para que aquellas personas que viven en situación de calle, puedan encontrar no sólo un techo y una cama donde dormir y un alimento caliente, sino que también un lugar donde sentirse acogidos y acompañados. Además, tenemos el programa de rutas calle, que son grupos de personas que salen durante esta época de invierno para compartir con las personas en situación de calle y entregarles una taza de café o té y algo para comer. Es una experiencia de encuentro. También hay otros programas en Rancagua, como la Residencia de La Santa Cruz, que es una residencia de transición para que quienes han vivido en situación de calle, puedan insertarse en la sociedad, primero laboralmente para que luego independizarse. Además, muchas parroquias tienen sus propios programas de Ayuda Fraterna, entre otros. Recuerdo además que durante estos días estamos focalizando un gran apoyo a los adultos mayores, y como parte de ello se está realizando una campaña de sensibilización de no maltrato a los adultos mayores, que es una situación que se da y que debemos evitar.