Durante la semana del 18 al 22 de julio los Obispos de Chile se reunieron y reflexionaron sobre la realidad nacional, en el contexto del plebiscito que se realizará el próximo 4 de septiembre, y el camino sinodal en curso.
Al finalizar la jornada entregaron un mensaje en el que llamaron a un discernimiento informado y a votar en conciencia. “El debate público de estas últimas semanas nos muestra que el texto propuesto no ha concitado una aceptación amplia y transversal. Nos enfrentamos, entonces, a una elección entre dos posiciones fuertemente tensionadas entre sí, lo que hace compleja la decisión de cada ciudadano. Pero, por lo mismo, es necesario un discernimiento informado y un voto en conciencia, poniendo siempre por delante el bien común del país: “La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquélla”. Por consiguiente, llamamos a cumplir con el deber cívico de ir a votar”, indican.
Precisan, además, que “los obispos, preocupados por la vida y el desarrollo de nuestro pueblo, ofrecemos nuestras orientaciones para iluminar desde la Palabra de Dios la conciencia de todos, especialmente de quienes profesan la fe cristiana. No proponemos soluciones técnicas, que tienen que ser discutidas por la sociedad en su conjunto; nuestro deseo es siempre unir a la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral. Lo hacemos desde la Doctrina Social de la Iglesia, que se funda sobre principios y valores esenciales para establecer un orden social justo. El primero de esos principios es la dignidad de la persona humana, seguido de otros como el bien común, la subsidiariedad y la solidaridad, además de otros principios derivados, y de valores como la verdad, la libertad, la justicia, la paz y la caridad. Todos ellos, debidamente articulados, con su contenido específico, orientan desde la fe y la razón la construcción de la sociedad humana”, señala el texto.
Los pastores entregan distintos elementos para ayudar al discernimiento personal y se detienen en materias como: Valor de la vida humana, interrupción del embarazo y muerte digna; Derechos sociales, medioambiente, rol del Estado y subsidiariedad; Plurinacionalidad y pueblos indígenas; Familia, educación de los hijos e ideología de género; Desigual trato constitucional a la educación particular subvencionada; y Libertad religiosa.
Sobre la propuesta que deberán escoger todos los chilenos el próximo 4 de septiembre, indican: “apreciamos el texto constitucional en su propuesta sobre los derechos sociales, el medioambiente y el reconocimiento de los pueblos originarios. Y hacemos una valoración negativa de las normas que permiten la interrupción del embarazo, las que dejan abierta la posibilidad de la eutanasia, las que desfiguran la comprensión de la familia, las que restringen la libertad de los padres sobre la enseñanza de sus hijos, y las que plantean algunas limitaciones en el derecho a la educación y a la libertad religiosa. Consideramos de especial gravedad la introducción del aborto, que el texto de propuesta constitucional denomina “derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”, cada uno de estos puntos son desarrollados brevemente, con elementos para el discernimiento, en el texto completo.
Además, expresan que “es esencial crecer en diálogo y amistad social, forjando una cultura del encuentro que esté animada por un sueño de fraternidad común. No puede ser que creamos, cualquier persona o sector, que la verdad está solo de nuestra parte, o que solo nosotros estamos en el lado correcto de la historia. La democracia, sus diversas instituciones y organizaciones políticas y sociales, será siempre el mejor camino para abordar nuestras legítimas diferencias, pero hemos de esforzarnos todavía más para que sea una democracia animada por dinamismos de encuentro y diálogo, y fundamentada en el sagrado respeto por la dignidad humana. Asimismo, tenemos que recuperar nuestra memoria histórica con sus luces y sus sombras, aciertos y errores, para proyectarnos a un futuro en que todos encuentren cabida en la casa común”.
Al finalizar este texto orientador, los obispos de Chile realizan un especial llamado a “cada ciudadano y ciudadana se comprometa personalmente con el bien común y la justicia, y busque ser artífice de paz en los diversos ambientes en que convive con los demás”, sobre todo teniendo en cuenta que, “como lo han expresado diversas voces, todo indica que el debate constitucional continuará en el país después del 4 de septiembre, independiente de la opción que triunfe en el plebiscito. Es importante que sea un debate no solo por un texto y las mejores normas, sino por cómo seguimos buscando un desarrollo cada vez más humano e integral para todos, pues “el bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día”. Por consiguiente, invitamos a que nadie se reste de colaborar en la construcción de un proyecto común”.
El texto completo del mensaje lo puede encontrar en www.iglesia.cl