“Agradezco su cariño, cercanía y oración”, con estas palabras comenzó su homilía monseñor Alejandro Goic Karmelic, quien ante una Catedral repleta de fieles celebró sus 35 años como obispo, este 27 de mayo.
“Esta asamblea es la expresión de lo que es la Iglesia”, continuó diciendo, por la gran presencia de sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos. “Somos una comunidad de bautizados, que confiesan su fe en Cristo y tratan de vivir según las palabras del Evangelio. Hoy quiero darles las gracias por rezar por este hermanos suyo”, indicó. Pues, prosiguió, cuestionando “¿qué haría un obispo sin su pueblo? Nada”, se respondió.
Aseguró que el camino del sacerdocio no lo escogió él sino que fue el Señor quien lo escogió a él y que en estos años ha sido y es muy feliz, más allá de los problemas que la vida le ha deparado.
La ceremonia continuó con la entrega de ofrendas de representantes de los seis decanatos de la diócesis de la Santa Cruz de Rancagua. Y uno de los momentos más emotivos fue cuando un joven discapacitado de la institución “El Pequeño Cottolengo” le entregó un presente.
Finalmente, toda la asamblea aplaudió espontáneamente a su Pastor.