Actualidad Diocesana

Gran muestra de devoción popular en Pelequén

Martes 02 de Septiembre del 2014
Confesiones, pago de mandas y misas a cada hora marcaron la dinámica del día.

La fuerte lluvia presente en la Región de O´Higgins durante la madrugada del 30 de agosto hizo pensar a algunos que concurrencia a la fiesta de Santa Rosa de Lima de Pelequén iba a disminuir, pero lo cierto es que las nubes dieron paso al sol, que iluminó la masiva procesión en honor a la Santa.

Confesiones, pago de mandas, misas a cada hora marcaron la dinámica del día más importante del año para este Santuario, que en esta fecha recibe a cerca de 300 mil files, por ser una muestra de devoción popular muy arraigada en la zona.

La eucaristía central, al mediodía, fue presidida por monseñor Alejandro Goic, obispo de Rancagua, y contó con la presencia de la Intendenta Regional, Morin Contreras entre otras autoridades.

Desde distintos puntos de la diócesis los sacerdotes llegaron a apoyar al párroco padre José Miguel Ortiz, en este día donde el punto principal es cuando sacan del templo a la santa para iniciar una procesión.

Cabe señalar que desde hace días los fieles están concurriendo al santuario, donde también se dan cita los comerciantes ofreciendo diferentes productos.

Historia de Santa Rosa de Lima de Pelequén

Cuenta la historia que cuando finalizaba la Guerra de Chile contra la Confederación Perú-boliviana, la imagen de Santa Rosa, en Lima, fue rescatada de un incendio, por el “Cholito” Juan Díaz, quien se vino a Chile su destino final era la costa de Colchagua, pero cuando pasó por Malloa se enfermó y fue llevado a la casa de María Terán.

Cuando estaba en esa casa dDoña María dispuso que todas las noches se encendieran velas al lado de la imagen, así vecinos, parientes, amigos y creyentes comenzaron a regalar velas para que nunca faltaran, iniciando así el culto que fue creciendo cada año.

El 21 de febrero de 1851 el Arzobispo de Santiago don Rafael Valentín Valdivieso mandó a construir un templo, por decreto del 9 de mayo de 1864 y trasladó la imagen a la Iglesia Parroquial de Malloa. El templo definitivo se construyó posteriormente en Pelequén, y fue inaugurado el 30 de agosto de 1871, en terrenos donados por don José Santiago Gallegos. La Iglesia fue destruida el 6 de agosto de 1906 por un gran terremoto. Años después fue reconstruido y en 1963 se le agregó el torreón central.

El actual templo resultó gravemente averiado por el terremoto de 2010, ya que su cúpula de cobre cayó destruyendo la nave central, pero ahora ya se encuentra reparado.