Palabras del Pastor

Obispo Ramos llama a los creyentes a ser constructores de paz

El administrador apostólico de Rancagua enfatizó que frente a la situación que vive el país es necesario asumir el compromiso de ser instrumentos de paz.

Con estupor, con pena, con tristeza hemos podido ver estos días en los medios de comunicación, tanto dolor, tanta rabia, tanta violencia que se ha desatado en diferentes partes de nuestro país y también en Rancagua.

Esto nos lleva a preguntarnos y reflexionar sobre ¿Qué hay detrás de todo esto?

Es cierto que cuando uno no está de acuerdo en algo o está molesto tiene todo el derecho de expresar su malestar, a manifestar su punto de vista, a decir que no está de acuerdo. Y eso debemos aprender a hacerlo y hacerlo bien. Respetando también opiniones divergentes y a quienes no están de acuerdo con nosotros y respetando también los bienes que nos sirven a todos.

Pero hay gente que no sabe hacerlo, que aprovecha estas circunstancias para realizar actos vandálicos o simplemente para realizar actos que son anárquicos, que producen no sólo destrucción física sino que también incentivan el odio entre quienes vivimos en un mismo país. Eso no lo podemos aceptar, y desconcierta que algunas autoridades de nuestro país sean ambiguas en rechazar la violencia. Eso no se puede aceptar, todos debemos tener un compromiso decidido para rechazar y no aceptar expresiones de violencia porque nos destruye a todos.

Frente a esto ¿Qué podemos hacer los creyentes? Nos quedamos con los brazos cruzados o nos comprometemos con algo.

Jesús nos invitaba a orar sin desanimarse, a orar en la perseverancia. Es un momento en que podemos invocar al Señor de la vida para que con su espíritu se haga presente en medio de nosotros y que su espíritu sea fecundo en nuestra sociedad, a través de nuestro actuar y nuestro  compromiso.

Esto implica ciertamente nuestro compromiso a ser verdaderos constructores de paz. Es una gran misión. Transformarnos, en el ámbito que nos corresponda, a ser personas que van construyendo la paz, que podamos ayudar a expresar nuestro parecer, nuestra divergencia de forma que cada uno sea respetado.

Para eso tenemos que responder:   

¿Tenemos fe que la paz es más que la violencia?

¿Tenemos fe que la solidaridad es más que el individualismo?

Esas son preguntas que podemos reflexionar y responder

Finalmente, los invito a reflexionar sobre la Oración de San Francisco de Asís, donde no sólo le pide a Dios el don de la paz, sino que también a ser instrumento de paz. Que estas palabras de San Francisco se hagan nuestras propias palabras.

 

Señor, hazme un instrumento de tu paz,

donde haya odio, ponga amor,

donde haya ofensa, perdón;

Donde haya duda, fe,

donde haya desesperanza, esperanza;

Donde haya tinieblas, luz,

donde haya tristeza, alegría.

Oh Divino Maestro,

Que no busque yo tanto, ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender.

Ser amado como amar.

Porque dando se recibe.

Perdonando se es perdonado.

Y muriendo a si mismo

Se nace a la vida eterna.

 

San Francisco de Asís

 

**Homilía Domingo 20 de Octubre, Catedral de Rancagua.