Monseñor, ¿Qué significa consagrar el país a la Virgen María?
Efectivamente, el 8 de diciembre en todas las misas en Chile queremos realizar una oración, implorando a la Santísima Virgen María su maternal protección. Esto surge recorriendo los textos del Nuevo Testamento y vemos que la Santísima Virgen María siempre ha estado al lado de Jesucristo, acompañándolo en este proceso de Salvación de toda la humanidad. Desde ese punto de vista ella es un actor importante. En segundo lugar, vemos una presencia muy importante de la Santísima Virgen María con los discípulos de Jesús, por ejemplo, a los pies de la cruz, cuando Jesús le dice a María, indicando al apóstol Juan: ‘Ahí tienes a tu hijo’ y después indicando al apóstol Juan: ‘Ahí tiene a tu madre’. Jesús, en el Misterio Pascual de la cruz, ofrece la dimensión material de la Virgen María, para toda la humanidad. Ambas dimensiones: una, acompañando el plan de salvación de Dios y, por otro lado, recibiendo de parte de su hijo el rol maternal, es lo que nos permite descubrir que ella cumple un papel muy importante en la vida de la Iglesia y es fuente de esperanza y consuelo. Esperanza porque vemos que ella, con su cercanía y protección maternal, nos acompaña en nuestro caminar humano; y porque, al final de su vida en esta tierra, fue conducida al cielo, es decir, es una embajadora ante Dios, por tanto, su labor de transmitir a Dios lo que necesitamos es eficiente. Por eso, la gente tiene una devoción mariana muy grande. La Virgen, es una mujer que cumple una función maternal, que ha vivido lo que nosotros y que también ha vivido la plenitud de identificación e identidad de su hijo Jesucristo, es decir, la plenitud de la Santidad. Eso nos llena de esperanza y consuelo. Por eso consagrar la protección a la Virgen María estamos pidiendo una vez más que se haga presente en la vida e historia de nuestra nación.
Monseñor, ¿Cuáles son los alcances de esta petición?
Este 8 de diciembre, en las misas, vamos a rezar de forma especial por nuestro país. En el rito penitencial se va realizar una petición especial por la situación que estamos viviendo como país, posteriormente después de la homilía vamos a invitar a todos los fieles a que recemos juntos la Oración por Chile a la Virgen María. En ese momento le presentamos el país a ella para que interceda por nosotros y nos acompañe. En tercer lugar, en el momento de la paz, que es muy breve, también va a haber una petición en relación a este momento. Y en la Oración Universal de los fieles también será apropiada a esta ocasión. Entonces es mantener la estructura de la Santa Misa, pero realizar una oración especial.