Monseñor, ¿Qué nos dice el Papa Francisco en el Mensaje de la Paz de este año 2020?
El 1 de enero, como todos los años, el Santo Padre envía un mensaje de paz a toda la humanidad. Este mensaje está muy bien articulado en cinco ideas centrales y que son muy interesantes. Lo primero es que habla sobre la paz, camino de esperanza frente a los obstáculos y las pruebas. En la vida cotidiana siempre nos estamos encontrando con obstáculos, con dificultades y muchas personas se desaniman frente a eso y creen que la paz es imposible; y el compromiso con la paz tiene un poder muy grande de levantarnos frente a la adversidad. En segundo lugar, plantea la paz como camino de escucha basado en la memoria, solidaridad y fraternidad. Es bastante original lo planteado especialmente en relación a lo que habla sobre la memoria. Este mensaje se enmarca durante su visita a Japón, cuando fue a Hiroshima, que es el lugar donde cayó la bomba atómica donde hay un lugar dedicado a recordar ese momento. Por eso la memoria es importante, porque si recordamos el daño enorme que genera la violencia, el no respetar la dignidad humana, nos comprometidos mucho más con la paz y la construimos, por eso la memoria es tan relevante. En tercer lugar, habla de la paz como camino de reconciliación en la comunión fraternidad. Esto es la antítesis de la paz romana, que era la imposición de un régimen política, ejercida por la fuerza. Eso no es la paz, la paz es cuando existe el deseo, el ánimo y la voluntad de hacer un camino de reconciliación y de crear esta comunión fraterna entre todos los seres humanos, es un proyecto de largo aliento, pero es lo que fundamente la paz.
En cuarto lugar, habla de la paz como un camino de conversión ecológica. El Papa ha sido un predicador del respeto de la casa común y de la dimensión ecológica en la vida. El dice que cuando hay una ecología integral, que abarca la ecología social, se produce la paz. La ecología integral es el respeto del medio ambiente, el respeto de las personas, de la casa más allá de lo físico, sino de las relaciones que nos permiten efectivamente construir un camino de paz. Por último, el Papa Francisco dice que la paz se alcanza cuando se espera. La paz no es algo que cae del cielo, sino que se construye, pero para construirla hay que esperarla, hay que anhelarla y desearla y eso produce las condiciones necesarias para trabajar por ella.
Monseñor, ¿Cómo este mensaje de la paz se materializa en el momento actual que está viviendo nuestro país?
Estos mensajes son muy atingentes al momento que estamos viviendo en nuestro país, desde el 18 de octubre. Existen muchas dimensiones, muchos rostros, con demandas muy legítimas, pero también hemos visto episodios de violencia de ciudadanos contra otros ciudadanos, contra la policía, contra la infraestructura, como un medio de imposición. Entonces el mensaje del Papa Francisco tiene el valor de invitarnos a buscar la paz en sí misma. La paz tiene el sentido, cuando la anhelamos, no sólo como consecuencia de la justicia y la ausencia de conflicto, sino como un valor en sí mismo. La paz debe ser integrada a nuestra sociedad, debe conducir los caminos de la sociedad, porque en sí misma es deseable, no es la consecuencia, es un valor por el cual debemos trabajar y fatigarnos para alcanzarla. Es un llamado que realiza el Papa para decir que el camino de la paz es el camino del encuentro entre los ciudadanos, es el camino de la comunión fraterna, es el camino para construir una sociedad más justa, más solidaria y más fraterna.