Monseñor, ¿Cuál es la invitación que realiza la Iglesia para esta Semana Santa?
Para todos los cristianos Semana Santa es el corazón de la vida litúrgica y apostólica de la Iglesia. Celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, que es lo que nos da la vida. Podríamos decir que todo será igual porque celebramos el momento cúlmine en que el Señor Jesús entrega su vida por nosotros y lo haremos siguiendo todas las maneras litúrgicas que la Iglesia tiene para cada momento de los acontecimientos centrales de la vida del Señor. Semana Santa tiene varios momentos esenciales y el principal es el Triduo de Semana Santa que es jueves, viernes y sábado. Partimos con Domingo de Ramos que es el momento que el Señor llega a Jerusalén y es alabado como el hijo de Dios. Esta ceremonia y todas las restantes las haremos de forma no presencial, pero llamo a todos a conectarse a las diferentes plataformas digitales para participar de todas estas celebraciones.
Monseñor, ¿Por qué medios las personas podrán ver las celebraciones?
Tendremos información sobre las celebraciones en la página del obispado de Rancagua www.obispadoderancagua.cl y la transmisión de las celebraciones en diversos medios, como el canal de YouTube Rumbos Obispado de Rancagua que estará conectado con el canal de Tv de San Bernardo y vamos a tener todo un plan para que Semana Santa sea más profunda. Desde sus casas podrán participar de un retiro de Semana Santa donde predicará este obispo, a través de meditaciones cortas. Estos serán momentos muy vivos interiormente, momentos de reflexión, de silencio, de seguir familiarmente los acontecimientos de Semana Santa, y sobre todo momentos para dejar que el Señor nos hable, será una Semana Santa especial, pero quizás con más frutos de los que nunca hemos tenido en la vida de la Iglesia, porque mucha gente accederá de una manera muy particular a las celebraciones. Este tiempo que está corriendo en la vida de la Iglesia es un tiempo de conversión. El Señor está realizando un trabajo apostólico entre nosotros único con medios especiales. Los invito a todos a que partir del día Domingo de Ramos entremos no sólo en una cuarentena física, sino también entremos en el corazón de la cuaresma, celebrando y acompañando a Jesús en su camino hacia nuestra total liberación.