Por cuarto año consecutivo los fieles de la Parroquia Santa Clara dan testimonio de fe y adhesión a su Iglesia, acompañando a su párroco padre Jorge Flores en la tradicional Fiesta de Cuasimodo, donde llevaron la comunión a los ancianos y enfermos del sector surponiente de la capital regional.
De acuerdo a lo que señaló Irene Gutiérrez, agente pastoral y comunicadora de la parroquia “estamos felices porque cada año se suma mucha más gente a nuestra fiesta”. Esta feligresa destaca que ellos aún no tiene templo – por ser una de las parroquias más jóvenes de la diócesis- pero aún así celebran las eucaristías en las distintas comunidades. “Tenemos tres misas en el mes, en las casas, plazas o pasajes de nuestra gran comunidad y el domingo nos acoge la capilla que está ubicada en la población Santa Julia”.
Así, a caballo, carretas o en bicicletas y autos acompañaron al sacerdote por las calles y pasajes de villas y conjuntos habitacionales nuevos de Rancagua.