El Obispo de Rancagua y vicepresidente de la CECh sostuvo que las Líneas guía son "el fruto de un proceso emprendido por la Iglesia en Chile en uno de los momentos más dolorosos de su historia. Los abusos contra menores perpetrados por clérigos marcan, ciertamente, un antes y un después en la vida eclesial chilena".
Mirando hoy a "la Iglesia samaritana de ayer, voz de los sin voz, refugio de vulnerados y vulnerables, la que abría sus puertas para ofrecerles amparo y protección, la que desde su fuerza moral emergía como referente natural para grandes acuerdos nacionales", el obispo de Rancagua dejó planteadas estas preguntas: "¿qué nos ocurrió?, ¿cómo pudimos llegar al contrasentido de nuestra misión que significa el daño a menores?, ¿cómo recuperar nuestra debilitada credibilidad de hoy?"
Añadió Mons. Goic que corresponderá a futuras generaciones poder mirar en perspectiva en qué fallamos. "A nosotros, obispos de la Iglesia Católica en el Chile de 2015, nos toca dar un paso relevante en este proceso de acompañamiento y reparación. Ayer éramos los Obispos quienes clamábamos verdad y justicia. Hoy hermanos y hermanas nuestras exigen de nosotros, pastores, garantías más contundentes de que no hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de niños, niñas y jóvenes", sostuvo.
El vicepresidente de la CECh aclaró que actualizar las Normas es una tarea que los obispos han emprendido "con humildad, reconociendo que en este caminar estamos todavía lejos del horizonte que nos proponemos hacia un 'nunca más abusos'".
Agradeció el servicio prestado por los integrantes del Consejo nacional de prevención de abusos y acompañamiento a víctimas, entidad que preside, y también de quienes han recibido este encargo en diócesis y en institutos de vida consagrada. Un trabajo que definió como "complejo y no exento de incomprensibles".
"Nos estremeció y nos sigue estremeciendo"
Mons. Goic hizo hincapié en que las Lineas guía se han tejido a partir de los dolorosos aprendizajes de este tiempo. Asomarnos a la herida abierta y disponernos a curar nos estremeció y nos sigue estremeciendo. Nos duele lo obrado mal. Nos lastima por cada persona dañada, por cada persona silenciada, por cada lágrima derramada y también por las contenidas".
Concluyó que "no serán estas Líneas Guía las que reparen el daño irreparable. Pero con la ayuda de Dios, la voluntad y firme decisión de cada uno de mis hermanos obispos y los superiores religiosos, podremos ofrecer a nuestras comunidades y a la sociedad chilena la respuesta eclesial clara y categórica que se espera de nosotros en esta hora".
En todo el país
El pasado domingo 24 de mayo, en la solemnidad de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo, todos los obispos diocesanos de Chile firmaron el decreto que promulga estas Líneas Guía como norma oficial en cada una de las circunscripciones. Explicó que las nuevas Normas comenzarán a regir el 16 de julio, solemnidad de Nuestra Señora del Carmen.
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