Monseñor, ¿Cuál es el significado de Semana Santa?
Cada año la liturgia de la Iglesia renueva el misterio central de la fe, que es la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, por lo tanto, estamos en el centro de la fe cristiana, pero el misterio de Cristo tiene actualidad, porque hoy en el mundo también hay mucho sufrimiento, sean colectivos o personales y, en clave de fe, esos sufrimientos unidos a la Cruz de Cristo tienen una dimensión redentora de salvación. Por eso, al renovar la fe en esta semana, que iniciamos con el Domingo de Ramos, donde aclamamos a Cristo como rey del universo; al celebrar el viernes, su muerte; y el sábado en la noche, su resurrección, estamos diciendo que el pecado y la muerte han sido vencido por el hijo de Dios y con Él, nosotros también estamos llamados a vencer estas dos realidades que alienan al ser humano, la muerte y el pecado, el egoísmo. Así que una invitación a toda la comunidad a celebrar con fe renovada y con un compromiso de vivir cada vez más cristianamente nuestra vida, nuestro compromiso con la sociedad, especialmente, con los sectores más vulnerables.
¿Cuál es la importancia de la Misa Crismal?
A la Misa Crismal llegan todos los sacerdotes de la Diócesis, es donde se consagra el óleo de los que van a ser bautizados, el crisma con que se unge a los confirmados y el óleo con el cual se entrega el sacramento de la unción a los enfermos, como alivio y consuelo. Pero al mismo tiempo, todos los sacerdotes de la Diócesis renuevan su compromiso de fidelidad a Jesucristo y fidelidad a los hermanos. Por eso ese día tendremos un retiro en Pelequén durante toda la mañana, hasta las 15:00 horas; y a las 19:00 horas, en la Catedral tendremos esta gran misa, donde queremos orar por lo sacerdotes, para que Dios les conceda la fidelidad, el espíritu de acogida y de servicio a los hermanos. En una época compleja, donde ha habido algunos sacerdotes han fallado a sus compromisos, tenemos que rezar para que nuestros sacerdotes, sean cada vez más hombres de Dios, y muy entregados a sus hermanos, en una actitud de profundo respeto y servicio a cada persona. En ese sentido, invito a toda la comunidad diocesana a asistir a esta misa y si no pueden asistir, a rezar por los sacerdotes.
Monseñor, ¿Cómo deberíamos vivir esta Semana Santa?
Para los que tenemos el don de la fe. Esta es la semana más importante, entonces lo que deberíamos hacer es participar en los principales servicios más importantes, orar, reflexionar y pensar que si siguiéramos en serio el mensaje de Jesús, el mundo seria diferentes. Evidentemente, en el mundo actual, hay muchas personas que salen por el fin de semana largo, pero en todas partes hay templos o capillas, donde pueden celebrar estos acontecimientos; y para los que no tienen el don de la fe, es también un momento de reflexión, pensar que Cristo, para los que somos creyentes, es el hijo de Dios y, para los que no lo son, es un gran personaje de la historia. Su mensaje de amor, de respeto hacia el ser humano, de cercanía hacia los más pobres, es un mensaje universal que, ojalá, creyentes y no creyentes, lo asumiéramos, porque sin duda alguna su mensaje y palabras traería al mundo una vida más digna y más humana y los creyentes tenemos que ser testigos preferenciales de esto.