Tras cinco años de espera, la comunidad católica de Pichilemu agradeció con emoción la entrega de las llaves del nuevo templo parroquial. Éstas fueron recibidas por el obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic Karmelic, quien a su vez se las entregó al párroco de la comuna, padre Pablo Donoso.
La ceremonia de dedicación realizada el viernes 11, comenzó en las afueras de la Parroquia Inmaculada Concepción con la intervención de las autoridades regionales y comunales. Es así como el alcalde de Pichilemu, Roberto Cordova Carreño; el intendente regional Juan Ramón Godoy Muñoz, expresaron su alegría por ver reconstruida la parroquia de la comuna y destacaron los esfuerzos que se realizaron para concretar esta obra. Por su parte el arquitecto a cargo de la reconstrucción, Víctor Párraguez explicó algunos detalles del trabajo realizado. Mientras que el representante de la comunidad católica de Pichilemu, Jaime Muñoz, dio gracias a Dios por poder volver a nuestro templo.
La reconstrucción del templo se pudo concretar gracias al aporte del Gobierno Regional, que a través del CORE, aprobó el financiamiento del 100 por ciento de la reconstrucción del templo, que quedó destruido el 27 de febrero de 2010.
LA DEDICACIÓN
Una vez entregadas las llaves, el párroco de Pichilemu, padre Pablo Donoso junto al Obispo diocesano, monseñor Alejandro Goic Karmelic, procedió a abrir la puerta para el ingreso del clero asistente, las autoridades regionales, comunales y la comunidad cristiana; y dar inicio la dedicación.
En la oportunidad, el obispo expresó su gratitud a todos los que colaboraron en esta magnífica obra, en especial a las autoridades de este Gobierno y del anterior pues “comprendieron la importancia de estos lugares de encuentro que son los templos, por su valor patrimonial y espiritual”, señaló al recordar que con esos recursos aprobados por el Consejo Regional se pudo concretar no sólo la construcción de esta iglesia, sino que de otras que también resultaron dañadas por el terremoto.
Luego se realizó la bendición y aspersión del agua, la oración de dedicación y la unción del altar y las paredes del templo, tras lo cual se iluminó el altar y el templo en señal de la consagración. Posteriormente, éste fue revestido para recibir las diferentes ofrendas propias de la zona que la comunidad quiso ofrecer al Señor en esta bendición.
El padre Pablo Donoso expresó que “Dios nos ha mostrado su misericordia al regalarnos este hermoso templo y casa pastoral. Esta casa para Dios permitirá reunirnos para alabar y bendecir el nombre de Jesucristo, aquí nos reuniremos para expresar los sentimientos de amor hacia Dios y la Virgen, será un lugar para construir la vida de cada uno de los hombres y mujeres de este balneario de Pichilemu”.