Monseñor, ya se anunció la fecha de toma de posesión de la Diócesis de Rancagua de monseñor Guillermo Vera, ¿Cuáles son los preparativos para esta fecha?
El preparativo más importante es acompañarlo con nuestra oración y cercanía espiritual. Pido a todas las comunidades que comiencen a orar por monseñor Guillermo Vera. Si bien en la Santa Misa se debe nombrar todavía al administrador apostólico, se puede rezar por el nuevo obispo de Rancagua, por ejemplo, en la oración universal.
Luego viene la preparación litúrgica, la cual se realizará el viernes 23 de julio, a las 17 horas, en la Iglesia Catedral de Rancagua (sede catedralicia), que es la principal de todas las iglesias que están diseminadas en todo el territorio de la diócesis. En esa Santa Misa se toma el báculo, lo que significa que tiene la triple potestad de regir, gobernar y enseñar. Desde ese momento, el administrador apostólico cesa su misión.
Después vienen trámites administrativos, donde se entrega debidamente todo lo sucedido, las decisiones que se han tomado durante este año y medio y de lo cual ya está informado el obispo Guillermo Vera. Lo importante es darle gracias a Dios porque nos ha concedido un pastor y un buen pastor para la Diócesis de Rancagua.
Al día siguiente de la toma de posesión, el obispo Guillermo Vera va entregar las parroquias a los sacerdotes nombrados en los sectores de Tinguiririca, Chimbarongo y San Fernando; y luego, en Cunaco y Rancagua. Posteriormente, vendrá el cambio en la parroquia de La Compañía, de Graneros.
Éste será un momento importante, porque será el primer contacto con la comunidad diocesana que tendrá el obispo Guillermo Vera.
En el ámbito de la vida diocesana, usted se reunió con los sacerdotes de Rancagua y San Bernardo, ¿En qué consistió este encuentro?
En este encuentro, el padre Francisco Walker, canonista, experto en Derecho Canónico, nos explicó en qué consisten los cambios que la Iglesia introdujo al Libro VI del Derecho Canónico, que se refiere a las sanciones penales en la Iglesia. El padre Walker realizó una explicación en dos partes: la primera se refiere a los castigos y penas en general en la Iglesia; y, segundo, a los delitos específicos y sobre todo a las nuevas formas de delitos que están integrados en esta modificación. Fue una reunión muy provechosa.
La novedad es que normas que antes estaban dispersas en distintos cuerpos legales, hoy se unifican en un solo cuerpo legal, que es el Código de Derecho Canónico, lo cual lo hace más fácil de conocer y también precisa con mayor fuerza cuáles son las penas por los delitos, entre los cuales se encuentran, lógicamente, los de abuso sexual a menores, a personas vulnerables, delitos económicos en la administración de los bienes de la Iglesia, abandono del estado clerical, entre muchos otros temas. No es que la Iglesia haya cambiado su forma de ver estos temas, sino que lo ha hecho más ágil para el momento actual que vivimos y ha refundido todas estas normas.
Esta reunión la vamos a poner a disposición de todos quienes quieran verla, porque el derecho es importante en la Iglesia, tiene una función pastoral y de dirección que ayuda mucho a la búsqueda de la santidad.
Monseñor, estos días también se dio a conocer un documentos con los principios fundamentales de la educación en vista de la redacción de la nueva Constitución ¿Cuáles son estos principios fundamentales?
Lo primero que quisiera decir es que iniciándose el proceso constituyente, como Iglesia católica tenemos mucho que aportar y lo haremos de una manera muy respetuosa, pero haciendo presente nuestras reflexiones para que aquellas personas que quieran considerar la voz de la Iglesia en los temas esenciales que nos corresponden. Entonces hemos partido con esta pequeña reflexión que realiza el área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile sobre algunos principios fundamentales. Es un documento que está disponible en www.iglesia.cl y también las páginas web de las diócesis y en nuestra App de San Bernardo.
¿Y los principios son?
La protección a la familia y a la educación; Garantizar a todos los niños la libertad de enseñanza en todos los niveles; Equidad educativa; Educación intercultural y lenguas originarias; Educación intercultural y lenguas originarias; Comunidades educativas participativas; Autonomía de las instituciones de educación superior; y Neutralidad activa del Estado y pluralismo cultural.
Es un documento que se está enviando a los convencionales y que con mucho respeto queremos hacer presente como una contribución a este aspecto esencial que está y debe quedar en la Constitución.
Monseñor, estamos próximo a celebrar San Pedro y San Pablo y el papa Francisco ha iniciado un nuevo ciclo de catequesis dedicado a San Pablo, ¿Cuál es su importancia?
San Pablo es un hombre que eligió el Señor de una forma asombrosa, como lo cuenta la escritura, para llevar el Evangelio a los que eran distintos al pueblo judío, a los gentiles. Sacaría esta enseñanza: Pablo fue un hombre que vivió la fe como minoría y fue capaz de transformar, con su empeño y la ayuda de muchos otros, un mundo que estaba muy lejos de Dios y que no conocía a Jesucristo. Tenemos que acostumbrarnos que hoy en día nosotros también podemos ser minoría en muchas cosas, pero con la fuerza de Jesucristo, que está en cualquier bautizado, podemos transformar ese mundo que se aleja de Dios en un mundo que se acerca a Dios. San Pablo fue un hombre lleno de fuerza de coraje y valentía y con una capacidad de presencia en el mundo asombrosa, porque lo movía el amor a Jesucristo. Por ello es tan importante San Pablo en el mundo actual, en el que vivimos, donde muchas veces sentimos dificultades para la expansión de la fe o, incluso muchas veces, es negada la presencia de Jesús en el mundo y en medio de nuestra sociedad.