El Obispado de Rancagua comunica a la opinión pública que el Obispo diocesano, Mons. Alejandro Goic, ha impuesto la pena perpetua de dimisión del estado clerical al sacerdote diocesano CARLOS ANTONIO MANRÍQUEZ REBOLLEDO, culpable del grave delito de abuso sexual contra un menor de edad.
Una vez recibida la denuncia contra el sacerdote, en ese momento párroco de Nuestra Señora de La Merced, en la localidad de Zúñiga, el Obispo diocesano, Mons. Alejandro Goic, inició una investigación previa en el año 2014. Por recomendación de la Santa Sede tras comprobarse la verosimilitud de la denuncia, Mons. Goic inició en enero de 2015 un proceso administrativo penal, cuyos antecedentes fueron enviados a la Congregación para la Doctrina de la Fe a fines del año pasado. Tras estudiarlos atentamente, la instancia vaticana autorizó al Obispo diocesano a promulgar el decreto penal de dimisión del estado clerical del presbítero Carlos Manríquez, lo que ocurrió en mayo del presente año.
El Obispo de Rancagua, en nombre de la Iglesia, ha pedido perdón a la persona que ha sido dañada por este sacerdote, a su familia y a la comunidad. En su momento, la Iglesia invitó al denunciante y a su familia a ejercer su derecho de acudir a las instancias judiciales del Estado para hacer presente este delito.
Al oficializarse esta sanción, tras cumplirse el período para la apelación del inculpado (agosto 2016), Mons. Alejandro Goic compromete su personal oración y cercanía con todas aquellas personas que han sufrido por estos deplorables hechos que estremecen y avergüenzan a la Iglesia. Y al mismo tiempo, renueva su compromiso para hacer todo lo posible para sanar y reparar el daño causado, y evitar que sucesos como este se repitan.