La emoción y alegría se reflejaba en los rostros de las autoridades regionales, religiosas y de los feligreses de la comunidad rancagüina, después de más de 6 años (ya que a causa del terremoto del 2010 quedó inhabilitado) la histórica Iglesia La Merced volvía a abrir sus puertas para dejar atrás la carpa que albergó durante este tiempo las celebraciones eucarísticas y acoger ahora entre sus añosos y restaurados muros de adobe a la comunidad mercedaria de Rancagua, para vivir en la eucaristía el encuentro profundo con Dios Vivo.
La ceremonia se inició a las 11 horas de este viernes en el frontis de la Iglesia, momento en que autoridades regionales, encabezados por el intendente Pablo Silva, seremis, consejeros regionales, el obispo monseñor Alejandro Goic, el superior provincial Fray Ricardo Morales Galindo, religiosos mercedarios y la comunidad rancagüina esperaban con ansías conocer la restauración del templo.
El intendente Silva señaló que“ha sido una ceremonia llena de simbolismos que da a conocer lo que representa la Iglesia Católica en la región y en la ciudad.Este templo es parte fundamental de nuestra patria y de Rancagua, así que me siento muy orgulloso siendo parte del Gobierno de Michelle Bachelet de poder aportar un granito de arena en esta reconstrucción que aporta al patrimonio de nuestra región”.
El padre Ricardo Morales, superior provincial mercedario, señaló que “es la oportunidad de dar gracias a Dios porque, junto al gobierno regional, se ha podido sacar adelante este proyecto que ciertamente ha sido largo y difícil pero que hoy día nos permite poner a disposición del pueblo fiel un lugar de culto y devoción. El tiempo nos irá dando pistas de cómo ocupar de mejor manera estos espacios”.
Monseñor Goic, expresó “es una alegría inmensa ver este hermoso templo y convento restaurado tan bellamente. Confiamos que los padres mercedarios puedan volver a instalarse aquí para seguir esa tradición tan importantedesde hace tantos siglos, que es colaborar en la evangelización de esta región. Confío en Dios que su presencia va a seguir siendo un valioso aporte a nuestra Iglesia diocesana”.
Para finalizar la ceremonia en el exterior del templo, el intendente Silva entregó las llaves del templo a monseñor Goic y éste a fray Ricardo Morales Galindo, quien en un emotivo momento abrió las puertas de la Iglesia para que la comunidad rancagüina nuevamente se pudiese encontrar en torno a nuestra Madre de la Merced.
BENDICIÓN Y CONSAGRACIÓN
La eucaristía de bendición y consagración del templo fue presida por monseñor Alejandro Goic y concelebrada por el superior provincial mercedario, fray Ricardo Morales Galindo, sacerdotes diocesanos y religiosos mercedarios de diversas comunidades del país.
Monseñor Goic inició su homilía dando gracias a las autoridades “que pusieron su sabiduría y sus capacidades profesionales para el desarrollo de este magnífico templo, porque los dos últimos gobiernos, los dos últimos parlamentos aprobaron esta glosa que permite que edificios privados, de uso público y en este caso, de un monumento histórico de la patria, puedan ser restaurados, por eso a todos, desde las más altas autoridades de la Presidencia de la República, hasta los parlamentarios, los intendentes de nuestra región y los consejeros regionales que generosamente con su voto han dado una aprobación a estos proyecto, la gratitud de la ciudad y de la Iglesia”.
Prosiguió su homilía reflexionando en torno al evangelio del encuentro de Jesús con Zaqueo señalando que “cuando hay un encuentro con Jesús el cambio se produce. Amar y seguir a Jesús genera un cambio en cada uno de nosotros”. Prosiguió monseñor Goic recordando a Bernardo O'Higgins en los diferentes momentos de su vida, como por ejemplo en la torreta de la Iglesia cuando ve que avanza el ejército realista o en su momento cuando toma la decisión de abdicar “¿Qué habrá pensado?” O'Higgins creía en Jesús y descubrió que la patria le reclamaba luchas y en otro momento hacerse a un lado. Recordó que estamos ad portas de un nuevo proceso eleccionario e invitó a “hacer de la vida un don. La patria necesita que pongan sus talentos para servir a la unidad de Chile. Habrá ganadores y perdedores, pero Chile seguirá siendo de unos y otros. No debemos permitir que una elección nos divida, ya que es una maravilla cuando buscamos caminos de unidad para servir a Chile”.
Prosiguió la dedicación del templo con la oración de dedicación. Posteriormente monseñor Goic realizó la Unción del altar y el templo, incensación de los mismos, el revestimiento del altar e iluminación del altar y el templo, signos visibles de la acción que Dios realiza por medio de la Iglesia. Al momento de encender las luces del templo la comunidad aplaudió largamente al apreciar la bella restauración de este.
RECONOCIMIENTOS
La Provincia Mercedaria de Chile quiso, por medio un reconocimiento, agradecer a cada una de las instituciones que apoyaron y pusieron sus mayores esfuerzos y talentos para que el proyecto prosperara, además de agradecer por el apoyo recibido de parte de la comunidad e iglesia rancagüina. Se entregó un reconocimiento al gobierno, en manos del intendente regional; a la seremi de Obras Públicas; a la empresa a cargo de las obras de restauración; a la iglesia diocesana y al coro Santa Cruz que acompañó las eucaristías en la carpa afuera del templo. Se entregó además un agradecimiento especial a quien ha acompañado durante estos años a la comunidad de Rancagua, fray Mario Salas Becerra.
Finalmente se vivió en el patio del convento un compartir fraterno.