Monseñor, ¿Qué celebra la Iglesia en la solemnidad de Cristo Rey?
La solemnidad de Cristo Rey es el último domingo del año litúrgico. A partir del domingo 28 de noviembre estaremos en Adviento y comenzaremos un nuevo año en la vida de la Iglesia. Este domingo de la solemnidad de Cristo Rey resume todo lo que hemos ido viviendo y celebrando durante todo el año, donde Cristo, el Señor, es el Rey. Cristo es aquel que ha vencido la muerte, vencido el pecado y es aquel que quiere reinar en el corazón de todas las personas e instaurar su reino, que es de justicia, de amor y de paz. El Reino del Señor es de servicio y donde Él quiere reinar es en el corazón de las personas. Por eso este domingo es una gran oportunidad para que -nosotros los creyentes- abramos nuestros corazones para aceptar al Señor en nuestras vidas y lo sigamos no sólo de palabra sino que con nuestras obras. Y que como Él sepamos servir y seamos sembradores de justicia, de paz, de misericordia. Si vivimos esos valores es que Cristo reina en nuestras vidas. Es a través de nosotros que el Señor quiere reinar en nuestro mundo. Por ello, los cristianos estamos llamados a ser en el mundo otro Cristo, que podamos vivir este mensaje que Él nos entrega. El reina y reinará siempre por la fuerza del amor, de la entrega, del servicio.
Monseñor, la solemnidad de Cristo Rey coincide, hoy domingo 21 de noviembre, con las elecciones ¿Cuál es su mensaje, especialmente una vez conocidos los resultados?
El primer es mensaje es que todos en la medida que podamos participemos de este proceso eleccionario y nos sintamos muy responsables del futuro de nuestro país. En democracia una forma hermosa que tenemos de participar es dando nuestro voto que en conciencia lo hemos pensado y rezado también. La invitación es a participar en este proceso eleccionario y que seamos responsables, que vayamos con espíritu cívico. Quizás vamos a tener que soportar calor o quizás tendremos que esperar y tener los cuidados correspondientes por la pandemia, pero emitamos nuestro voto. Es el primer compromiso que como creyentes debemos hacer.
El segundo mensaje, es que luego de haber participado, debemos aceptar lo que el pueblo de Chile haya decidido sobre quiénes serán las personas que gobernarán como presidente o presidenta; y quienes tendrán que cumplir las respectivas labores en el congreso como senadores y diputados; y también como Core. Como creyentes debemos aceptar esos resultados y también rezar por quienes sean elegidos, porque ese reino de justicia, de amor y de paz que viene a instaurar el Señor, también es un reino que se va haciendo realidad a través del trabajo de las personas. En esa línea, quienes gobiernan tienen una gran responsabilidad. Ellos lo harán con el esfuerzo y participación que nosotros les pidamos. Como creyentes debemos buscar que en nuestro país se respeten aquellos valores que son fundamentales y que nacen de la fuerza y predicación del Evangelio y que debemos tener presentes al momento de votar y también pedir a quienes sean elegidos una vez que comiencen a ejercer su función, que puedan cumplir aquellas cosas por las cuales confiamos en ellos y que también estén abiertos a repensar aquellas que cosas que no estén de acuerdo con los valores fundamentales y por los cuales seguiremos luchando con la fuerza de la verdad, del diálogo y participación para que se puedan cumplir en medio de nuestra sociedad. Llamo a todos a participar con ilusión, con esperanza y con responsabilidad y saber que entre todos debemos construir la grandeza de nuestra Patria y para eso se necesita la participación de todos y creer en la fuerza del diálogo, en el respeto de unos para con otros, a pesar de las legítimas diferencias.