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A las 8 de la mañana del jueves 8, día de la Inmaculada Concepción, monseñor Alejandro Goic, presidió la misa en el Santuario de Puquillay, Nancagua, hasta donde llegaron cientos de fieles devotos de la Virgen María. Ubicado en lo alto de un cerro, este lugar de oración, es uno de los más concurridos en la Diócesis de Rancagua en esta festividad mariana. Así con misas celebradas cada hora, confesiones y pago de mandas transcurrió esta jornada.
Otro de los lugares de alta convocatoria es el Santuario de la Purísima de La Compañía, donde desde el día anterior hubo una gran cantidad de fieles. Se pretendía tener ya habilitado el templo que quedó destruido para el terremoto de 2010, pero a pesar de los esfuerzos fue pospuesta su dedicación para más adelante. Por ello a los peregrinos se les recibió en los jardines del Santuario, donde se ubicó el altar, la imagen de la Virgen, y se realizaron las misas.
Al mediodía llegó el obispo de Rancagua para oficiar la eucaristía principal, en donde destacó el rol de la Virgen, primera discípula misionera.
Miles son las personas que visitan este lugar y oran a la Virgen, cuya imagen peregrina por las comunidades hasta llegar en procesión hasta el santuario. En la oportunidad también se pagan mandas, siendo un momento de encuentro con Dios y una gran manifestación de fe.
En otras parroquias también se realizaron actividades y procesiones con las que se culminó el Mes de María.