Mensaje Obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto
“Al acercarse el plebiscito”
Queridos hermanos y hermanas:
Cuando el Santo Padre San Juan Pablo II nos visitó en el año 1987, su visita fue aclamada con un canto que decía: “danos el pan de la Palabra, el pan de la Esperanza el pan de la Verdad”. Sí, él como Pastor universal, como Padre de los creyentes tenía la misión de alimentar la fe y esperanza de ellos, él había de mostrar caminos a seguir. El Papa supo cumplir su misión e iluminar con su vida y palabra no sólo la vida de los creyentes, sino que fue como un faro de luz para todos los chilenos.
El Papa y los obispos, los pastores en la Iglesia, han de guiar la vida de los creyentes según Dios, según los criterios del Evangelio. Es por esto que al acercarse el momento en que los chilenos hemos de dar nuestra opinión acerca de la Constitución que se nos propone, los obispos en Chile hemos sacado un documento que permita a los creyentes y personas que deseen, profundizar y discernir acerca de la opción que votarán el día del plebiscito. En éste se lee: “Los obispos, preocupados por la vida y el desarrollo de nuestro pueblo, ofrecemos nuestras orientaciones para iluminar desde la Palabra de Dios la conciencia de todos, especialmente de quienes profesan la fe cristiana”.
Los pastores de la Iglesia en muchos momentos de nuestra historia han dicho una palabra que desea motivar e iluminar el actuar de todos.
El Papa Benedicto, hablando de las intervenciones de la Iglesia en temas que marcan la vida de la sociedad dijo que: “Estas intervenciones buscan únicamente iluminar las conciencias, para que las personas puedan actuar libremente y con responsabilidad, según las auténticas exigencias de la justicia”.
En la medida que afecta a la Iglesia católica, el interés principal de sus intervenciones en la vida pública se centra en la protección y la promoción de la dignidad de la persona y, por ello, presta particular atención a los principios que no son negociables.
Entre estos, emergen claramente los siguientes: protección de la vida en todas sus fases, desde el primer momento de su concepción hasta su muerte natural; reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia; la protección del derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus valores. Estos principios no son verdades de fe, aunque quedan iluminados y confirmados por la fe; están inscritos en la naturaleza humana, y, por lo tanto, son comunes a toda la humanidad”.
Los temas que el Papa recuerda junto atantos otros están presentes en el proyecto constitucional que votaremos, por eso es importante leer, informarse, discutir con altura de miras de miras y no escondiendo nuestro ser cristiano, para que en el momento de votar el día 4 de septiembre, cuando cada uno esté solo con su conciencia decidiendo el Chile que queremos, podamos votar la preferencia que nos posibilite vivir más de acuerdo con la verdad y la justicia.
En estos quince días que restan para el plebiscito, como creyentes, oremos insistentemente para que este proceso tan importante lo vivamos en paz, con respeto de unos para con otros, con la responsabilidad que requiere un hecho tan importante y junto a ello no dejemos de conversar y analizar lo que se nos propone a nuestra consideración, para que con una conciencia recta e iluminada manifestemos nuestro querer.
Que Chile sea grande con la gracia y bendición de Dios y con el esfuerzo y decisión de cada chileno y chilena.
Dios nos bendiga.
+ Guillermo Vera Soto
Obispo de Rancagua