Un momento de oración, alegría, color y simbolismos se vivió el 3 de septiembre en la Catedral de
Rancagua donde se celebró la misa por el Día del Migrante, presidida por el Obispo Diocesano Alejandro Goic. A ella acudieron representantes de diversos países, que están por distintos motivos viviendo en nuestra región.
La misa fue organizada por la pastoral de migrantes, encabezada por el padre Humberto Palma, que está trabajando por dar una mejor acogida a quienes vienen en busca de un nuevo camino en nuestra diócesis.
En la ocasión el Obispo de Rancagua recordó que en los últimos años se calcula que ha llegado a Chile más de medio millón de migrantes, especialmente de países de América Latina y de Centro América. “A ellos tenemos que acogerlos, integrarlos y dejarnos enriquecer por su cultura, como también ellos recibirán la nuestra”, señaló.
Acciones diocesanas
Monseñor Goic recordó que hace cerca de cuatro años se formó un equipo diocesano de pastoral de migrantes, en la que trabajan el padre Humberto Palma, la religiosa Claudia Lazcano y un grupo de laicos, entre los cuales también hay migrantes. Ellos están elaborando un proyecto pastoral para poder dar una mejor respuesta a esta nueva realidad.
Además, el día 1 de septiembre se efectuó un foro panel para reflexionar sobre esta realidad y además, se lanzó un documento (disponible en www.obispadoderancagua.cl) titulado “Dónde está tu hermano”, que es una reflexión de la Pastoral de Migrantes sobre las tareas que ya están efectuando; y también una carta introductoria del obispo de Rancagua. En ella invita a toda la comunidad y a todas las personas de buena voluntad a ser acogedoras e integrar a estos hermanos, siguiendo las palabras del Papa Francisco que ha promovido la campaña “Compartiendo el viaje”, con Caritas internacional, por el tema de migrantes y refugiados.
La pastoral de migrantes diocesana está ayudando a nuestros hermanos extranjeros en todos los trámites necesarios para la inserción en el país según nuestras leyes. “También estamos promoviendo acciones pastorales para aquellos que confiesan nuestra fe católica, tratando de integrarlos a las comunidades y que ellos, a su vez, aporten la riqueza de su propia experiencia espiritual”, destacó el pastor. Explicó que este es un gran desafío que la Iglesia está asumiendo con mucha seriedad y profundidad.