Palabras del Pastor

Recomponer al hombre

"¿Queremos recomponer el mundo?, recompongamos al hombre, al ser humano. Jesús, el Señor, vino al mundo para salvarnos al hombre y para esto nos enseña a ser verdaderamente humanos. Nos enseñó que no es con cosas extraordinarias que la humanidad puede ser transformada, sino que haciendo bien lo que a cada uno le corresponde y dejando que Dios hable en el silencio del corazón", señaló el obispo de Rancagua, mosneñor Guillermo Vera Soto, en su mensaje.

Querido hermanos y hermanas:

Un papá trabajaba muy ajetreado en su escritorio, el hijo pequeño jugueteaba alrededor e impedía con sus carreras y gritos que el papá pudiera avanzar en su quehacer. El padre, cansado en un momento de tanta distracción, tomó las hojas de un diario donde se mostraba un mapa del mundo. Con una tijera hizo varios cortes y le entregó los trozos a su hijo para que lo recompusiera a modo de un rompecabezas. El papá sabía que su hijo pequeño no tenía todavía una idea clara del mapamundi por lo que pensó “ahora estará entretenido por un largo tiempo y podré continuar con mi trabajo”. Al poco, rato con sorpresa el papá pudo comprobar que el niño había terminado la tarea, ¿cómo lo hiciste le preguntó? A lo cual el niño respondió: yo me   fijé que en el revés de la hoja había la figura de un hombre y yo recomponiendo al hombre pude lograr recomponer al mundo que es la tarea que Ud. me había mandado.

El trabajo realizado por el niño de la historia nos da una gran lección. ¿Queremos recomponer el mundo?, recompongamos al hombre, al ser humano.

Jesús, el Señor, vino al mundo para salvarnos al hombre y para esto nos enseña a serverdaderamente humanos. Nos enseñó que no es con cosas extraordinarias que la humanidad puede ser transformada, sino que haciendo bien lo que a cada uno le corresponde y dejando que Dios hable en el silencio del corazón.

Jesús nos enseñó que somos hermanos, que más alegría hay en el dar que el recibir, que el amor es darse, que somos hijos por los cuales vela un Padre que nos ama infinitamente. Cuán necesario es que aprendamos la lección, que aprendamos de nuestros errores y tratemos de imitar al hombre verdadero, el cual no es otro que Jesús.

El Santo Padre, Benedicto XVI, el año 2005 escribió una encíclica, es decir una carta que tiene todo el peso del que enseña en el nombre del Señor, y que está dirigida a todos los creyentes y a todas las personas de buena voluntad, su nombre: Deus caritas est, Dios es amor. En ella el Papa nos habla del amor, sí del amor, palabra y concepto que tanto se usa y del cual también tanto se abusa.

El Papa quiso manifestar que lo más grande del hombre es la capacidad de amar y que, en la medida que le demos a esta palabra su justo sentido, el hombre podrá ser más hombre. Sí, tenemos que recomponer en nuestras vidas lo que significa amar, para esto nada mejor que mirar a quien es el Amor, el mismo Dios, y a todos aquellos que han tratado de vivir unidos a Él, los santos y tanta gente buena que escuchando la voz del corazón han descubierto que el amor es donación, es olvido de uno mismo, es buscar el bien del otro, que el amor es limpio, fiel, responsable. Que el amor es una decisión y no un capricho del momento.

Recompongamos en nosotros la capacidad de amar y será recompuesta nuestra vida y nuestro entorno. Recomponiendo al hombre, el mundo se recompone.

Dios los bendiga

+ Guillermo Vera Soto

Obispo de Rancagua