Ante reiteradas informaciones en medios de prensa nacionales acerca de la presencia del sacerdote exorcista de la Diócesis de Rancagua en una anunciada celebración litúrgica en la Catedral de Osorno, se comunica lo siguiente:
1. La labor de un exorcista se circunscribe a la jurisdicción eclesiástica donde su obispo lo ha designado.
2. La acción de un exorcista supone actuar con “la necesaria y máxima circunspección y prudencia”, según el Ritual de Exorcismos, frente a una eventual posesión del demonio.
3. Ante la actual situación de la hermana Iglesia de Osorno, lo que se requiere de todos los miembros de esa Iglesia diocesana es un espíritu de diálogo y de fraternidad para construir la unidad eclesial. La oración y la penitencia son los medios fundamentales para el logro de ese objetivo.
4. Por estas razones, el sacerdote exorcista de Rancagua no participará en la celebración del 3 de diciembre en Osorno.
Obispado de Rancagua
Departamento de Comunicaciones