Actualidad Diocesana

Fiesta de Cuasimodo se vivió en Malloa

Lunes 09 de Abril del 2018
En la parroquia de San Judas Tadeo de Malloa, al igual que en otras comunidades de la Diócesis de Rancagua, se vivió esta tradicional celebración cristiana.

Este domingo de misericordia, segundo de Pascua,  se realizó en la parroquia San Judas Tadeo de Malloa, la tradicional celebración cristiana y huasa de Cuasimodo. El propósito de ésta fue llevar la Sagrada Comunión a enfermos y ancianos del sector. El párroco, padre Danilo González, señaló que “hemos querido realizarla acá en nuestra comunidad de Malloa,  en nuestro Santuario, para hacer que esta fiesta pueda tener una connotación de recuperación de la tradición campesina acompañando al sacerdote para llevar la comunión  a los enfermos después de la Pascua de Resurrección y en este año de la Eucaristía, creo que es muy significativo en este año del Congreso Eucarístico que se ha convocado, poder tener en gran estima esta fiesta para recuperar nuestras tradiciones y especialmente en ellas, crecer en nuestra fe”.

A esta fiesta fueron convocados niños, jóvenes, adultos, familias y todo quien quisiera unirse a esta caravana de alegría y devoción, que se inició a las 9 horas en la calle Carlos Valdovinos (al costado del templo) para luego dirigirse en caballos y carretas por las calles del pueblo, terminando pasadas las 14 horas.

Por su parte, José Benito González, más conocido como el “Pichón Puntillano”, cuasimodista que participó de esta fiesta precisó que “yo estoy representando a dos agrupaciones: Los Laceros de Caracoles y Club de Huaso Agua de los Campos de la Puntilla. Somos huasos de campo humildes y campesinos que luchamos día a día por mantener las tradiciones criollas, siempre ligadas y  unidas a la Iglesia Católica, ya sea, para Cuasimodo o para la celebración de la Virgen del Carmen estamos presentes, con humildad y respeto siempre; es lo que hemos rescatado de los antiguos, para que no se pierdan estas tradiciones tan lindas”. Explica que los motiva la fe en su labor “la fe es lo principal, porque todo esto se hace a través de la fe; visitamos a los enfermos llevando la comunión a sus hogares que es parte del alivio al dolor y al pesar que tienen día a día, por eso luchamos por llevarle al Padre en estas fiestas para que les de las bendiciones, que sirva algo de alivio para esas personas que sufren día a día, es por eso por lo que luchamos”, dijo.

Como evaluación el padre Danilo señaló que “creo que es un camino muy importante de Evangelización, por un lado convocamos a gente que no participa asiduamente en la celebraciones, pero que tienen una gran estima a la tradición campesina y que de alguna manera eso los hace también estar conectados con el camino de nuestra fe y por otro lado el hecho de poder experimentar en la gente que recibe a Jesús Sacramentado, la emoción y el amor a la Eucaristía de Jesús, creo que es una de las experiencias más hermosas que se pueden dar”.

No sólo en Malloa se llevó la comunión a los enfermos, sino también en otras parroquias como la de Guacahue, Las Cabras, Alcones, Machalí, entre otras.

Al respecto el Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic señaló que ésta es “una hermosa tradición, que se reedita en muchas partes del país, llevando la comunión a quienes están postrados en sus casas o los hospitales. Es Cristo quien llega a través de la presencia sacramental de la Eucaristía a llevar paz y esperanza a tantos enfermos que sufren del cuerpo y del alma. Es una tradición muy hermosa y que en Chile va creciendo cada vez más, sobre todo en los sectores más alejados. En nuestra región existen varios grupos de cuasimodistas que sostienen encuentros durante el año que se preparan para “correr” a Cristo, como dicen ellos, llevando la comunión a los enfermos y que esperamos perdure mucho tiempo”.

 

 CUASIMODO

“El nombre de esta fiesta toma las primeras palabras de la misa después de la Resurrección. Cuenta la tradición que en este segundo Domingo de Pascua se llevaba la comunión a los enfermos y en esa época había muchos asaltos y robos, entonces, surgió la costumbre de acompañar al sacerdote para que pueda llevar la santa comunión a quienes no pudieron participar en la Vigilia o Domingo de Pascua y esa tradición se conoce como los cuasimodo o cuasimodistas”, explica monseñor Goic.