1. Se ha realizado una reunión con todos los sacerdotes diocesanos de la Diócesis de la Santa Cruz de Rancagua para dar a conocer la situación que se está viviendo y las medidas que se van a adoptar.
2. Queremos señalar que el programa de televisión ha aportado antecedentes que el Obispado de Rancagua no tenía, acogiéndose estos en los procesos que se seguirán. Las medidas que se adopten tendrán relación a los distintos tipos de delitos que podrían existir como:
A) Contra del ejercicio del ministerio sacerdotal, cuya competencia de investigación es del Obispo.
B) Contra el Sexto Mandamiento (con personas mayores de edad), cuya competencia de investigación es del Obispo.
C) Contra el Sexto Mandamiento (con menores de edad), cuya competencia de investigación es de la Santa Sede (Doctrina de la Fe) .
3. Reiteramos que hemos hecho una denuncia a la Fiscalía y en pro del desarrollo de esa investigación consideramos que no nos corresponde entregar públicamente los nombres de las personas involucradas.
4. En el aspecto canónico ya se mandaron antecedentes pertinentes a la situación del párroco de Paredones a la Santa Sede.
5. Hacemos un llamado a quienes tengan información sobre hechos que no se condicen con la fidelidad al sacerdocio, que los den a conocer a las instancias respectivas de la Iglesia. En la Diocesis de Rancagua los pueden aportar al mail pcavour@iglesia.cl o prevenirabusos.rancagua@iglesia.cl
6. Con relación al reportaje de canal 13 donde da testimonio Luis Rubio González, queremos precisar que desde 2013, desde que se toma conocimiento de la denuncia que hay en su contra, no ejerce ninguna función ministerial en la Iglesia. Además, a raíz de esto él presentó la solicitud de dimisión al diaconado, estando pendiente la respuesta de la Santa Sede.
7. Lamentamos profundamente cualquier acto o situación que atente contra los valores y principios que sustentan a nuestra Iglesia Católica y queremos manifestar nuestra solidaridad con las víctimas y sus comunidades pastorales que se han visto afectadas por esta situación.
8. Queremos expresar nuestra cercanía con las comunidades cuyos párrocos han sido restringidos de su ministerio. A ellos queremos señalarles que todo lo referente a la atención pastoral y sacramental les será informado oportunamente.
9. Animamos con esperanza a todas las comunidades cristianas en la certeza de que “para los que aman a Dios todo concurre al bien” (San Pablo). Creemos que esta crisis es una oportunidad de crecimiento para nuestra Iglesia diocesana.