Palabras del Pastor

Una invitación a orar por el Sínodo

Mensaje Obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, sobre Asamblea Sinodal

Mensaje Obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, sobre Asamblea Sinodal

 

Queridos hermanos y hermanas:

 

“Juntos como hermanos, miembros de la Iglesia, vamos caminando al encuentro del Señor”. Muchas veces hemos cantado así en nuestras celebraciones de Iglesia. Hoy este canto, que ya tiene muchos años, cobra una vigencia especial, cuando en la Iglesia vamos a vivir una Asamblea Sinodal. En efecto, en octubre del año ‘21 el Papa Francisco invitó a toda la Iglesia Católica a ponerse en camino y preparar un Sínodo sobre la Sinodalidad, aunque parezca un trabalenguas, es una hermosa realidad que el Papa nos invita a vivir.

 
La palabra sínodo viene del griego y significa, caminar juntos. Algo propio de la comunidad cristiana ha de ser esto: un pueblo en el cual, pastores y fieles, consagrados y laicos, inspirados por el Espíritu de Dios, caminamos en el tiempo construyendo una historia que queremos llena de Dios. Para que esto sea realidad, todos los bautizados hemos de procurar vivir la comunión, la participación y la misión. Hermosa es la tarea de cada creyente, el cual no ha de mirar desde fuera la realidad de la Iglesia, sino que, formando parte de ella por el bautismo, procuramos que la Iglesia sea en el mundo un faro de esperanza, colocando a Cristo en alto y haciendo que su Palabra se haga vida en nosotros. Esto ha de ser tarea de todos.

 

Este ponerse la Iglesia a la escucha del Espíritu Santo para mejor avanzar viene desde sus inicios. En el Libro de los Hechos de los Apóstoles, leemos como ellos con toda la comunidad han de ir dando pasos, a veces, no fáciles, para responder mejor al querer de Dios y a las, necesidades de los hermanos. Esto sucedió, cuando Pedro se acerca a los paganos, cuando los apóstoles llaman algunos a la misión de diáconos, cuando toman decisiones en el primer concilio de Jerusalén, y desde esos tiempos hasta nuestros días, cuántas veces la Iglesia se ha reunido para responder con la palabra inmutable de Dios, al hombre y la mujer que camina en los vaivenes de la historia.

 

Del 4 al 29 de octubre, en Roma, se encontrarán unas 400 personas, obispos, religiosos, laicos hombres y mujeres, junto al Papa, en un ambiente de oración, a reflexionar sobre de qué manera la Iglesia está caminando, cómo mejorar la participación de todos los creyentes, para responder a la vocación y la misión de cada cristiano de llevar el evangelio al mundo de hoy. Sin duda muchos temas interesantes se van a discutir y que han surgido desde las bases misma de la Iglesia porque todo este trabajo se viene preparando con consultas a todo nivel en la Iglesia. Los que participan de la Santa Misa los domingo, recordarán cómo hace unos meses se les hizo una consulta que aquí en Rancagua respondieron unas seis mil personas.

 

Lo que va a comenzar en Roma, no puede ser indiferente para ningún creyente, de lo que vaya pasando y de lo que vaya surgiendo de dicha reunión sinodal, les mantendremos informados, pero una manera activa de sentirnos participando es apoyando el trabajo de los Hermanos Sinodales, con nuestra oración. Sí, recemos mucho pidiendo que el Espíritu Santo ilumine mentes y corazones para ir discerniendo qué es lo bueno, lo qué mejor conviene, lo más perfecto, para vivir con fidelidad las enseñanzas del Señor, el cual quiere la salvación de todos y que los creyentes hemos de anunciar. No podemos olvidar que: conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras ha de ser nuestro gozo.

Oremos entonces en cada una de nuestras Comunidades de Iglesia, oremos en familia y de manera personal para que el Sínodo que se inicia sea un momento de gracia y bendición para la Iglesia y para nuestro mundo.

 

Dios les bendiga

+ Guillermo Vera Soto

Obispo de Rancagua