Una invitación a todos los sacerdotes diocesanos a participar en un encuentro el miércoles 8 de agosto realizó monseñor Fernando Ramos. La cita es en la Casa de Ejercicios de Pelequén, para celebrar el día del sacerdote que se conmemora en la fiesta de San Juan María Vianney, Santo Cura de Ars, cada 4 de agosto.
La actividad se iniciará a las 13 horas y durará hasta las 17 horas. Además, el administrador apostólico envió una carta a los sacerdotes, que entregamos en su totalidad a continuación:
Queridos hermanos en el sacerdocio de Cristo:
El próximo 4 de agosto celebramos la memoria del Cura de Ars, San Juan María Vianney, sacerdote francés del s. XIX, que supo encarnar en su compromiso y tareas pastorales el ideal de Jesús Buen Pastor. Vamos a celebrar 159 años de su pascua. Su figura muestra con sencillez lo que significa servir con cariño al pueblo de Dios, superando la adversidad, estrecheces económicas e incomprensiones de mucha gente. Por muchos fue maltratado y mirado en menos, pero al final muchos más agradecieron su caridad pastoral expresada en la visita a los enfermos, largas horas escuchando confesiones o haciendo lo necesario para acompañar a los que sufrían alguna dolencia o dificultad.
A partir de esta imagen tan lúcida, celebramos también el día de los párrocos y, por extensión, festejamos a todos los sacerdotes diocesanos y religiosos que colaboran en parroquias. Es una fiesta muy nuestra y muy querida para cada uno de nosotros.
Este año todos los sacerdotes estamos invitados a reunirnos el miércoles 8 de agosto en la casa de ejercicios de Pelequén. Primero a compartir un almuerzo y después quiero proponerles una reflexión acerca del sacerdocio y la vida sacerdotal. Espero que con alegría y entusiasmo nos podamos encontrar.
Como es de conocimiento de todos, en nuestra diócesis hay un grupo de sacerdotes cuestionados que están con sus ministerios restringidos. Esta situación ha causado un impacto y dolor muy grande en todas nuestras comunidades. También hay personas que con gran ligereza hacen un juicio a todos los sacerdotes de Rancagua, descalificándolos y tergiversando el gran aporte que hacen y han hecho los sacerdotes no sólo a la Iglesia de Rancagua sino también a toda la sociedad de esta hermosa Región.
Por estas razones, creo que es muy importante que podamos reunirnos, agradecer al Señor por el sacerdocio que hemos recibido por gracia y benevolencia divina, reunirnos como presbiterio y reconocernos como hermanos al servicio del pueblo de Dios. Algunos estarán cansados, otros entristecidos y criticados, pero por eso mismo es necesario que nos podamos encontrar, compartir la mesa y también nuestros sueños para renovar intensamente nuestra vocación y compromiso pastoral con la misma pasión y entrega del Cura de Ars.
Los saluda cordialmente en Jesús Buen Pastor,
+ Fernando Ramos Pérez
Administrador Apostólico
Rancagua, 27 de julio de 2018