Palabras del Pastor

Dirigir la mirada a la Cruz

Monseñor Guillermo Vera, Obispo de Rancagua se refiere a la peregrinación de la reliquia de la Santa Cruz.

Hermanos y hermanas:
 
En el año 1550 fue fundada la parroquia de la Santa Cruz de Rancagua. Comenzaba así toda una historia de evangelización, todo un trabajo de apostolado en lo que hoy es la Región del Libertador Bernardo O´Higgins.
Junto al trabajo de esta parroquia, y de las otras que irán surgiendo, el trabajo de los jesuitas, de los mercedarios, de los agustinos, de los franciscanos, grandes órdenes religiosas que fueron levantando sus conventos, que fueron realizando misiones en los campos, que fueron llevando, entonces, el anuncio del Evangelio y plantando la Cruz en esta región, con un éxito tan grande como la gente que aquí vivía. Ellos fueron conociendo la hermosura del Evangelio y fueron abrazando la fe.
Ha sido un largo caminar, un gran trabajo de Iglesia. Cuántas obras de bien la Iglesia ha realizado en todo este tiempo de evangelización: escuelas, hospitales, distintos servicios de caridad, hogares de ancianos, hogares de niños, etc.
En el año 1925 se crea la Diócesis de la Santa Cruz de Rancagua, desmembrándola de lo que entonces era la Arquidiócesis de Santiago. Surge esta nueva Iglesia particular, con un obispo a su cabeza, con todo un clero y, por lo tanto, un caminar nuevo, un continuar lo que se había venido realizando, pero ahora como esta Iglesia, que surge bajo el amparo y el patrocinio de la Santa Cruz.
Para celebrar los 100 años de la diócesis -que se cumplirán el año 2025- nos estamos preparando y habrá distintas actividades que iremos haciendo como parroquias, como decanatos, o a nivel de toda una Iglesia diocesana. Y uno de los hitos de esta celebración ya lo vamos a comenzar a vivir en este 3 de mayo, fiesta de la Santa Cruz, día en que recordamos que se descubrió esa Cruz donde el Señor fue crucificado, y que fue enterrada en Jerusalén. Recordamos cómo ese madero es rescatado y es considerado la gran reliquia de la Iglesia, que está esparcida por distintas partes del mundo. Así también nosotros, en Rancagua, tenemos un relicario con un trocito de la Santa Cruz, en la cual estuvo clavado el cuerpo de nuestro Señor, de nuestro Salvador.
Con motivo del Centenario de la diócesis, ese relicario, que es guardado de una manera tan especial en nuestra Iglesia Catedral, comenzará a peregrinar por todas las parroquias de la diócesis. Serán largos meses en que ese relicario llegará hasta muy cerca de ustedes.
Comenzamos la peregrinación de él, este día 3 de mayo en la Parroquia de la Santa Cruz de Tinguiririca.
El relicario es una cruz hermosamente labrada, en cuyo centro está guardado y protegido un trocito de la Cruz del Señor. Para nosotros cristianos es algo grande, es lo que llamamos una reliquia, un tesoro que ahí tenemos guardado y que nos acerca a ese amor que el Señor nos manifestó cuando Él entregó su vida por todos nosotros en la Cruz.
Ese relicario que va a peregrinar será motivo para alegrarnos como cristianos, para alegrarnos sobre lo que la Cruz nos enseña. La Cruz es un libro que en muda elocuencia enseña la ciencia de la salvación. Un libro para ser leído.
Por eso, cuando nosotros los creyentes miramos la Cruz, tenemos que leer en ella muchas cosas: lo primero es el amor que Dios nos tiene, nos lo dice Jesús nadie tiene un amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Esa Cruz con esos brazos abiertos, que nos habla de ese Señor que nos quiere abrazar a todos y que nos invita también a saber tener los brazos abiertos para saber acogernos. Esa Cruz donde el Señor nos regala su perdón y ese perdón que recibimos por pura misericordia y que nos invita también a nosotros a ser misericordiosos.
Por eso, alegrémonos y aprovechemos muy bien este peregrinar de la reliquia de la Santa Cruz junto a nosotros. Que sean momentos de oración en cada una de nuestras comunidades, momentos de encuentro alegre, festivo, momentos de adoración y de llevar la alegría de la salvación a otros, en gestos concretos de caridad, compartiendo con los enfermos, con los más pobres, haciéndoles sentir que cada uno de ellos es muy amado, que cada uno de ellos es muy valioso a los ojos de Dios, como lo somos tú y yo.
Vamos a vivir entonces este peregrinar de la reliquia de la Santa Cruz y así prepararnos para celebrar este acontecimiento del centenario de nuestra diócesis. Esta tierra donde hay familias cristianas, donde hay gente creyente, donde hay fe, que se ha manifestado en tantas obras de bien a lo largo del tiempo.
Ahora es nuestro tiempo de colocar en alto la cruz en cada una de nuestras vidas, que sepamos a dónde tenemos que dirigir nuestra mirada, para que las nuevas generaciones conozcan también el amor de Dios y también experimenten la fuerza de la salvación, para que la cruz sea siempre nuestra esperanza.
Este 2024 -y camino al 2025- es nuestro tiempo, es el tiempo de colocar en alto la cruz, como lo hicieron nuestros mayores en cerros, cruces de camino, casas, y así, tener la cruz nosotros muy dentro de nuestro corazón, para que nos impulse a continuar la obra que el Señor nos encomendó de anunciar el Evangelio, de que muchos puedan ser bautizados y sientan el amor de Dios en sus vidas.

¡Vivamos este peregrinar de la reliquia de la Santa Cruz con alegría y con esperanza!

Que Dios les bendiga.

+Guillermo Vera Soto
Obispo de Rancagua