Palabras del Pastor

Día del padre: Una oportunidad para demostrar nuestro cariño y agradecimiento

“Cómo no rendir un homenaje a quienes en medio de nuestra comunidad han recibido el gran don de la paternidad”, señala monseñor Guillermo Vera, obispo de Rancagua.
 
Hermanos y hermanas:
 
Este domingo celebraremos el “Día del Padre”, hermosa oportunidad para demostrar nuestro cariño y agradecimiento a aquel que fue colaborador con Dios en el hecho maravilloso de engendrar vida.
Los seres humanos podemos tener muchas cosas que nos diferencian: color de la piel, idioma, religión, ser alto o bajo, gordo o flaco, rico o pobre, hombre o mujer, sin embargo, hay algo que nos unifica a todos, somos hijos. Sí, cada uno de nosotros para existir ha necesitado de un papá y de una mamá, y ha experimentado el gozo de ser hijo.
Sin duda, el vínculo más fuerte que se da entre los seres humanos es el que se establece entre un padre o una madre con su hijo o su hija. Es una de las experiencias más emocionantes y marcadoras. Ser padre o madre transforma la vida. Es hermoso ver cómo los padres hablan de sus hijos y cómo se postergan ellos para que sus hijos crezcan sanos, tengan educación, y logren ser felices en sus vidas.
Al celebrar el Día del Padre, cómo no rendir un homenaje a quienes en medio de nuestra comunidad han recibido el gran don de la paternidad. Cómo no pensar en los padres que cada día salen de sus casas de madrugada o en distintos horarios, con frío o calor, a cumplir sus pesados turnos de trabajo en la mina, el campo, el taller, la oficina, el comercio etc.; cómo no pensar en todos los padres que en las distintas tareas y trabajos que cada día realizan, lo hacen pensando sólo en el bien de los suyos, en el bien de los hijos. A cada uno de ustedes papás nuestro agradecimiento, quiera Dios que cada uno de ustedes experimente el cariño y la cercanía de sus hijos siempre.
Con todo, quiero decirte a ti que eres papá, que tú no eres sólo un proveedor en tu familia; pedirte que tu deseo generoso de que a los tuyos nada les falte, no te lleve a que a los tuyos les faltes tú. Papá, tú eres muy importante con tu presencia, con tu palabra, con tu cariño y cercanía. Que no se te olvide jugar con tus hijos, conversar con ellos, salir con ellos. Que no se te olvide tener unas sanas complicidades con tus hijos, las que harán que te sientan cercano.
Papá, no olvides que se te han confiado unos hijos para que tú junto a tu esposa los formes, por lo tanto, junto al cariño que les entregas, no tengas miedo de exigir, de llamar la atención cuando sea necesario, de dar una corrección en el momento oportuno. No dudes en conversar con otros padres para ver cómo guiar mejor a tus hijos, para esto trata de participar, en cuanto te sea posible, en las reuniones del colegio o de la catequesis en la parroquia, te hará bien, aprenderás y así realizarás de mejor manera tu hermosa misión de ser padre.
Papá me permito recordarte que lo mejor que puedes dar a tus hijos es una familia, un hogar. Para los hijos será muy importante ver que sus padres se quieren y respetan, les hará muy bien verlos a ustedes que se dan un beso y que se toman de la mano. Será formador para tus hijos ver que en algunos momentos tú puedes discutir con tu esposa, pero que son capaces de reconciliarse y vuelven a comenzar.
Papá, pide cada día al Señor Dios, a quien confiadamente llamamos Padre y es éste su mejor nombre, a que Él te ayude realizar el don de la paternidad en plenitud.
Para ti papá, que hoy estarás rodeado del cariño de los tuyos ¡Felicidades y que Dios te bendiga!
Para aquellos papás que ya han partido de este mundo, pidamos al Señor tome en cuenta sus obras buenas, sus desvelos y con Él gocen del cielo eterno.
 
Dios les bendiga,
 
+Guillermo Vera Soto
Obispo de Rancagua