Palabras del Pastor

Oremos por la paz del mundo

“Les invito a cada uno de ustedes, hermanos sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosas, amigos todos, a que, durante este mes, recemos a diario o con más frecuencia el santo Rosario”, señala el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera.

Muy queridos hermanos y hermanas: 

Llega ya el mes de octubre y en la Iglesia celebramos el Mes del Rosario. La Iglesia no olvida que fue en la Batalla de Lepanto, un 7 de octubre de 1571, donde la flota cristiana venció a la flota musulmana que amenazaba el occidente cristiano. El Papa Pio V atribuyó esta victoria a la intercesión de María, a la cual el pueblo fiel acudió con gran confianza por medio del rezo del Santo Rosario.
Hoy en día son muchas las amenazas que se ciernen sobre nuestras vidas y nuestra sociedad. No dejemos de usar esta arma poderosa que es el Rosario. Dediquemos cada día a ser posible unos minutos a rezarlo, nos hará bien meditar los misterios que nos dieron salvación, será bueno colocar en cada misterio alguna intención, así el repetir con fe las oraciones del Padre Nuestro, Ave María y Gloria, nos hará crecer en confianza y abandono en las manos del Buen Padre Dios.
Alguno quizá dirá que el Rosario puede ser monótono, que quizá es mejor orar con más creatividad y libertad, sin duda que siempre será bueno rezar con toda el alma, eso es lo que debemos colocar en cada Rosario. Además, te recuerdo: deja el pobre de pedir o el enamorado de cantar con las mismas palabras. Pongámosle alma a las palabras y el Rosario seguirá siendo como lo han dicho los Papas: una gran oración.
Como cristiano y obispo les invito a cada uno de ustedes, hermanos sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosas, amigos todos, a que, durante este mes, recemos a diario o con más frecuencia el santo Rosario. Oremos por nuestras familias, por el cese de la violencia en nuestro país, la paz en el mundo, por el respeto a la vida, para que todos crezcamos en espíritu de oración y que seamos mejores discípulos y misioneros de Jesús. Tratemos de que en nuestras parroquias y capillas a diario se rece el Rosario, coloquemos ante la Virgen estas rosas que no se marchitarán y que serán -sin duda- causa de gran bendición para todos.
La Virgen en muchos momentos ha propiciado el rezo del Rosario, en Fátima este mensaje tiene mucha fuerza, por eso considero una bendición de Dios que este mes nos visite la Hermana Angela Coelho, religiosa que trabajó en el proceso de canonización de los Pastorcitos santa Jacinta y san Francisco Marto, por lo tanto, es una gran conocedora de las apariciones y mensaje de Fátima. Les invito a que nos podamos encontrar con ella la mañana del 15 de octubre a las 10 de la mañana en las dependencias del obispado.
En este mes del Rosario, tendremos también una muy buena oportunidad para formarnos en el valor de la vida. Hoy, cuando en nuestro país se comienza a hablar para que tenga fuerza de ley la ampliación del aborto legal y también la eutanasia, es importante formarnos en aquellos valores y criterios que debemos defender, es así entonces, que el 16 y 17 de octubre habrá un seminario de Bioética, que nos ayudará a promocionar la vida y dignidad de la persona humana. Este seminario se llevará también a cabo en las dependencias del obispado. Les animo a informarse y participar. Recemos y formémonos para servir mejor e iluminar la vida de muchos.
En nuestra diócesis hay seis parroquias que tienen como patrona a la Virgen María con el título del Rosario, por lo que nos unimos a la alegría de estas comunidades parroquiales que este 7 de octubre celebran la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. 
En este contexto, el Papa ha convocado para este lunes (el 7 de octubre) a una jornada de oración y ayuno para implorar la paz, señalando: “En medio de las crecientes tensiones en el polvorín de Oriente Medio, en medio de las bombas y misiles que siguen cayendo sobre la «martirizada» Ucrania, en medio de los muchos pequeños y grandes conflictos que laceran y matan de hambre a los pueblos africanos, mientras, en definitiva, «los vientos de la guerra y los fuegos de la violencia siguen asolando pueblos y naciones enteras», el Papa llama a las «armas» -las de la Iglesia, del ayuno y la oración- a los millones de creyentes del mundo para implorar a Dios el don de la paz en un mundo hoy al borde del abismo. El Pontífice lo hizo al final de la misa solemne en la plaza de San Pedro con motivo de la apertura de la segunda sesión de la Asamblea General, anunciando una Jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo el 7 de octubre, primer aniversario de la masacre perpetrada por Hamás en Israel, que hizo estallar la brutalidad de la que se es testigo en Tierra Santa desde hace un año”.
Una vez más, la Iglesia nos recuerda cuáles son las armas que tenemos para vencer a el mal: la oración (el rezo del Rosario) y el ayuno. Que en ese espíritu podamos vivir este tiempo que Dios nos regala. 


Les bendigo con cariño.

+Guillermo Vera Soto
Obispo de Rancagua