Una rica mañana de planificación con los distintos departamentos pastorales de la Diocesis de Rancagua se vivió el viernes 4 de enero en el Santuario de Schöenstatt de la ciudad histórica.
La Vicaría Pastoral diocesana convocó a una jornada, a la que asistieron 17 áreas pastorales, para conocer lo que está haciendo cada departamento y cuáles serán los énfasis que darán este 2019. Además de llegar a acuerdos en cómo se desarrollará el trabajo y planificar en conjunto las fechas en que se realizarán las distintas actividades.
La jornada comenzó con una introducción del administrador apostólico de la Diócesis de Rancagua, monseñor Fernando Ramos, quien destacó que en estos más de seis meses en que ha estado encabezando el trabajo pastoral de la diócesis se ha dado cuenta que la vida eclesial es muy rica; y que a pesar de estar muy golpeada por los cuestionamientos que se hicieron a algunos sacerdotes está continuó desarrollándose en todas las comunidades. Además, enfatizó que esta crisis ha sido una oportunidad para muchas personas para profundizar su fe y tener un sentido de corresponsabilidad como Iglesia.
Con respecto a la reunión que se estaba realizando dijo: “somos una comunidad de personas muy plurales, con distintas expresiones de fe, que reflexionan en comunión. Todas las expresiones aportan a la experiencia cristiana”, señaló, e invitó a los presentes a afrontar este desafío organizacional de planificación.
Luego, el presidente de la Comisión Justicia y Paz de la diócesis, Ramón Galaz, dio a conocer una síntesis del trabajo que se realizó en dos jornadas de diagnóstico realizadas durante 2018; y se refirió a los principios que orientarán el trabajo durante el año en curso. Es así como, finalmente, cada pastoral tuvo la oportunidad de explicar su trabajo y entregar las fechas en que realizarían distintas actividades orientadas a la comunidad, para generar un calendario anual.
Como evaluación, el vicario pastoral diocesano, padre José Vergara, señaló que fue un encuentro muy provechoso; y que el trabajo conjunto realizado es un signo de mucha comunión, que ayuda a la proyección de la labor realizada.