Ante la delicada salud del Papa Francisco, el obispo de la Diócesis de Rancagua, Monseñor Guillermo Vera, hizo un llamado urgente a los fieles para elevar sus oraciones y acompañar con afecto al Vicario de Cristo.
"Muy queridos hermanos y hermanas, el Papa está enfermo", expresó con preocupación, instando a que en cada Eucaristía, en la oración personal y en el seno de las familias, se invoque a Dios por su fortaleza y consuelo. “Que el Señor le fortalezca y le llene de la fuerza que necesita para enfrentar este momento difícil en su vida”, rogó el obispo.
Monseñor Vera recordó que el Santo Padre es el padre espiritual de la Iglesia Universal y que los fieles tienen la responsabilidad de sostenerlo con su oración: “Es nuestro padre, oremos por él, para que sienta el cariño de toda esta comunidad cristiana”, concluyó.