Hermanos y hermanas:
“Hoy estamos todos en peligro de vivir como si Dios no existiera: parece muy alejado de la vida actual. Pero Dios tiene mil maneras, para cada uno la suya, de hacerse presente en el alma, de mostrar que existe y que me conoce y ama". Qué gozo para el creyente cuando en medio de las noches oscuras de la vida vislumbra una luz de esperanza o aquellos momentos en que en medio de frías tinieblas siente que el corazón tiene un calor que nos sabe explicar, o que en el gozo de una fiesta experimenta ese sentimiento de saberse hijo, de que no camina por un destino incierto, sino que está en las manos de Alguien, eso es que Dios es real, Dios existe, es lo que con gozo afirmamos los creyentes.
El Papa Benedicto XVI cuando visitó Brasil decía: “¿qué es lo real?, son realidad sólo los bienes materiales, los problemas sociales, económicos y políticos, aquí está precisamente el gran error de las tendencias dominantes en el último siglo, error destructivo, como demuestran los resultados tanto de los sistemas marxistas como incluso de los capitalistas. Falsifican el concepto de realidad con la amputación de la realidad fundante y, por esto decisiva, que es Dios. Quien excluye a Dios de su horizonte, falsifica el concepto de realidad y en consecuencia, sólo, puede terminar en caminos equivocados y con recetas destructivas”. Qué bien le hace a un mundo tantas veces asustado, el ver el testimonio de creyentes que saben fundar su vida en la certeza de un Dios que nos ama, de creyentes que saben bendecir tanto en la dificultad como en el gozo, de hombres y mujeres que incluso cuando están sumergidos en la noche del dolor, mantiene la confianza. Sí, éste es el gran aporte que el mundo necesita de los que decimos creer, éste es el aporte que a diario hemos de poder brindar, para que los hombres y mujeres puedan encontrar el verdadero sentido a sus vidas.
Hemos iniciado ya el tiempo santo de la Cuaresma, camino hacia la Pascua del Señor. Los cristianos iniciamos este tiempo con gran esperanza, con un espíritu cierto de conversión. Nos damos cuenta de que lejos de Dios no hay vida plena, por eso con humildad volvemos a Él, reconocemos nuestras faltas, miramos más hacia el cielo en una actitud de escucha y recobramos la calma que muchas veces nuestra soberbia nos hace perder, queremos vivir caminando en la presencia del Señor, con la certeza de que nos ama, de que Él está cerca, que nos acompaña en la tribulación, que alienta nuestra esperanza en medio de las pruebas. Sí, Dios existe, es real, conocerlo es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona, conocerlo nosotros es lo mejor que nos puede haber sucedido y darlo a conocer con nuestra palabra y obras ha de ser nuestro gozo, por toda esta realidad hermosa vivamos la Cuaresma con ilusión y emprendamos la hermosa tarea de la catequesis en cada una de nuestras parroquias y capillas. Queridos Catequistas y fieles cristianos, animemos a que muchas familias, y en ellas niños y jóvenes, aprendan a conocer a Jesús y a tratarlo como su amigo y salvador. Dios es real, es cercano, quiere el bien de todos. ¡Caminemos en la presencia del Señor!
Qué Dios les bendiga.
+ Guillermo Vera Soto
Obispo de Rancagua