Durante los próximos meses catorce parroquias de la diócesis tendrán cambio de párroco. El primero de ellos se celebró el 17 de marzo, en la Parroquia Santísima Trinidad de Rancagua, donde asumió el padre Carlos Cépeda Montalva, en una Eucaristía celebrada por el administrador apostólico de Rancagua, monseñor Fernando Ramos Pérez.
El padre Carlos Cépeda fue incardinado a la Diócesis de Rancagua y se desempeñó como Vicario Parroquial de la Santísima Trinidad, mientras el padre Luis Escobar era párroco.
MÁS CAMBIOS
Dentro de los cambios anunciados en enero por el administrador apostólico que se realizarán durante el mes de marzo se encuentran: el 23 de marzo, el padre Juan Valderas asumirá la parroquia Santo Toribio de Pencahue; mientras que el 24 de marzo se celebrará la instalación como párroco del R.P. Eduardo León, en la parroquia San José de Requínoa.
El padre Jorge Flores Serrano dejará de ser párroco de la parroquia Santa Clara de Rancagua y asumirá el 30 de marzo la de San Nicolás de Tolentino de La Estrella. Y el presbítero Héctor Durán Núñez se trasladará desde Lo Miranda a la parroquia de Nuestra Señora de La Merced de Codegua, el domingo 31 de marzo.
En abril, el sacerdote Iván Mancilla Bustos dejará la parroquia San Nicolás de Tolentino de La Estrella y asumirá como párroco de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Litueche. La misa será el sábado 6 de abril. Ese mismo día, el padre José Miguel Ortiz dejará de ser párroco de Santa Rosa de Pelequén y asumirá la parroquia Asunción de María de Lo Miranda.
El 7 de abril será recibido por la comunidad de la parroquia Sagrado Corazón de Yáquil el sacerdote Jorge Iván Rojas Soto, quien también asumirá la parroquia Sagrada Familia de Palmilla y dejará de ser párroco de Nuestra Señora del Rosario de Litueche.
En tanto, quien fuera el párroco de la Parroquia de Palmilla y Yáquil, padre Juan Carlos Farías, asumirá la Parroquia Santa Rosa de Pelequén.
Durante el mes de mayo, el padre Richard Knuckey asumirá Santa Cruz y el sacerdote René Gaete Valenzuela asumirá como párroco de la parroquia San Francisco Javier de Peralillo.
El obispo Ramos agradeció el espíritu de fe y de fidelidad a la Iglesia “con que han aceptado estos cambios y su disponibilidad para asumir nuevas tareas”, señaló. Los invitamos a acompañar a estos sacerdotes cuando asuman sus nuevas responsabilidades.