El Seminario Cristo Rey celebra su día, ¿cuál es la importancia de que la diócesis cuente con el seminario?
Nuestra diócesis cuenta con el Seminario Cristo Rey desde hace muchas décadas (primero en Rancagua y ahora en Graneros) y aún en los tiempos de mayores crisis de vocaciones, nunca ha cerrado sus puertas. Creo que es importante para la vida de la Iglesia local tener un lugar donde se formen los presbíteros que van a servir a la Sexta Región y a la diócesis de la Santa Cruz de Rancagua. Muchos de los sacerdotes que sirven actualmente a nuestra diócesis se han formado en el seminario Cristo Rey y eso le da una unidad de espíritu de formación a quienes sirven y a quienes hoy se preparan para vivir esta vocación tan trascendente para la vida de la Iglesia.
Por eso, contar con un Seminario nos compromete a tener muy buenos formadores con capacidad de formar personas y de seleccionar con los criterios que la Iglesia establece hoy a quienes aspiran a esta vocación de servicio y entrega total. Un buen sacerdote hace mucho bien y por eso el desafío de formarlos para que sean hombres de Dios y hombres al servicio de sus hermanos.
Monseñor, ¿la formación de los sacerdotes se ha ido actualizando a los nuevos tiempos?
Hay elementos en la formación que son permanentes, como son las disciplinas de tipo teológico y bíblico, pero los tiempos actuales exigen también otras disciplinas que ayuden a la personas. Hoy somos mucho más conscientes de todos los aspectos que influyen a los jóvenes, por eso se han incluido momentos de formación sicológica y también de selección, que aquellos que ingresan tengan una normalidad sicológica, una madurez afectiva y capacidad de trabajo generoso, entre otras características. Por lo tanto, se han incorporado y cada vez más, ciencias modernas, junto a las disciplinas teológicas que la Iglesia debe transmitir a quienes van a ser sus pastores. Sobre todo se la incorporado la renovación teológica que produjo el Concilio Vaticano II, que estamos celebrando su 50 aniversario. Ahí está toda la renovación que la Iglesia ha vivido en estas cinco décadas y que debe seguir viviendo para servir mejor a los hombres y las mujeres de nuestros tiempos
Monseñor, un llamado a los jóvenes en este día que se celebra Cristo Rey
Cada año se realizan jornadas vocaciones específicas para ayudar a los jóvenes que sientan esta inquietud para que hagan un discernimiento lo más adecuado posibles. Así lo hemos hecho este año y esperamos que a lo menos tres o cuatro jóvenes puedan ingresar al seminario el año 2013,
Un llamado a los jóvenes a que cuando se presenten posibilidades para esta vocación se lo planteen como un camino más. Un joven cristiano tiene que preguntarse qué es lo que Dios quiere para mi, y en la medida que va descubriendo aquello con la oración y con ayuda de los especialistas, Si Dios lo llama a este camino, lo siga con cariño, con entusiasmo, con fe, para servir a Dios y a los hermanos.