Hace aproximadamente un mes los diferentes departamentos y pastorales del Obispado de Rancagua se trasladaron al nuevo edificio, ubicado en Astorga 570, el cual será bendecido el 12 de septiembre. No obstante, “faltaba lo más importante”, señaló el obispo Fernando Ramos, al inicio del rito de bendición de la capilla del edificio.
“Estamos en esta casa nueva que nos permitirá entregar un mejor servicio a quienes lo requieren, pero para ello lo primero y más importante es la bendición del Santísimo y la capilla. El verdadero valor en un lugar de culto y oración al Señor, es precisamente la presencia del Señor, el Señor sacramentado”.
Monseñor Fernando Ramos, procedió a la bendición de la capilla para oficiar la Eucaristía, al final de la cual bendijo el tabernáculo, que custodia la forma consagrada del cuerpo del Señor. “Este tabernáculo es una donación de monseñor Alejandro Goic en honor a sus padres Pedro y Margarita, y quiso dejarlo en esta capilla como testimonio de este cariño”, enfatizó.
El administrador apostólico de Rancagua, monseñor Fernando Ramos recalcó que el objetivo de este edificio es ofrecer una atención más integral y articulada, convirtiéndose un aporte a la evangelización en la Diócesis de Rancagua, que es muy grande, tiene más de 15 mil kilómetros, con muchas comunidades y muchas parroquias”.
En la Eucaristía de bendición participaron también los obispos eméritos Alejandro Goic y Miguel Caviedes; los sacerdotes Héctor Pulgar, Marcelo Lorca, José Vergara, Patricio Cavour, Cristian Giadach y Hugo Yáñez, además de todo el personal de la curia.
Al finalizar la bendición, el administrador apostólico de Rancagua, monseñor Fernando Ramos Pérez, entregó un reconocimiento a monseñor Alejandro Goic.
Posteriormente se compartió un desayuno.