En una sencilla ceremonia fue bendecido el nuevo edificio del Obispado de Rancagua, que funciona en Astorga 570, Rancagua. La bendición contó con la presencia del administrador apostólico de Rancagua, obispo Fernando Ramos, los obispos eméritos, Javier Prado y Miguel Caviedes, parte del clero, religiosas, religiosos, miembros de consejos diocesanos y funcionarios de la curia.
En la oportunidad, el administrador apostólico de Rancagua contó lo difícil que fue concretar este proyecto, que comenzó a gestarse desde la administración de monseñor Javier Prado Aránguiz (1993-2004), consiguiéndose la concreción de la mayor parte de la obra durante el período de monseñor Alejandro Goic (2004-2018).
Agradeció a todos quienes trabajaron para hacer este sueño realidad, en especial, a los donantes que entregaron los recursos económicos para poder ejecutarlo y, por supuesto, a nuestro Señor Jesucristo.
Luego el arquitecto y miembro del Consejo Económico del Obispado de Rancagua, Gonzalo Díaz Sotereas, explicó el concepto arquitectónico con que se concibió el inmueble. Dándose posteriormente, paso al rito de la bendición por parte del obispo Fernando Ramos.
Cabe señalar, que en esta sede se puede encontrar: la librería pastoral, el registro parroquial, el departamento de educación, la Vicaría Pastoral, la secretaría de prevención de abusos, el departamento de comunicaciones, la pastoral del 1%, la pastoral de trabajadores, la oficina del director de Caritas, la Cancillería, la Vicaría Judicial, la Fundación la Santa Cruz, la oficina del Vicario General, del Obispo diocesano, y todo lo referente a la administración de bienes y finanzas. Además, hay oficinas de reuniones para facilitar la labor conjunta de las distintas pastorales, una capilla y un salón auditorio para 100 personas.
En la ocasión, los participantes de la ceremonia pudieron visitar la exposición “La fiesta de fe”, preparada por las hermanas benedictinas de Rengo y la comisión diocesana de bienes culturales, que fue montada en el salón auditorio.