La religiosa destacó que la sencillez con la que la Virgen y el ángel se comunicaron con tres pequeños pastores e invita a todos a vivir una vida de fe y confianza en Dios. Sobre todo pide confiar en la intercesión de la hermana Lucía, para que se pueda “presenciar un milagro que acelere su causa en la Iglesia”.
La Hermana Ángela de Fátima Coelho visitó la diócesis y explicó el mensaje que entregó la Virgen en sus apariciones en Fátima en una conferencia realizada en Rancagua el pasado 15 de octubre. En el auditorio cerca de 60 fieles se reunieron para participar en la conferencia impartida por la hermana Ángela de Fátima Coelho, religiosa que ha tenido un activo rol en la canonización de los pastorcitos de Fátima.
Es que la hermana Ángela, religiosa y médico de la Congregación Alianza de Santa María, ha desempeñado un papel clave como Postuladora Extra Urben en el proceso de canonización de los pastorcitos Francisco y Jacinta Marto, quienes fueron testigos de las apariciones de la Virgen María en Fátima.
Durante la conferencia, la religiosa compartió su experiencia y explicó el procesos de canonización de los dos niños. Estos pastorcitos, cuya vida y fe han inspirado a millones de personas alrededor del mundo, fueron canonizados gracias a su testimonio de santidad y a los mensajes que recibieron de la Virgen en Fátima, Portugal, a principios del siglo XX.
“Todo lo que pasa en Fátima es dar las condiciones a los hombres y mujeres de nuestro tiempo -con tanto que hacer, con los compromisos, con andar por aquí y por allá- darles las condiciones para hacer la experiencia de Dios a través de María”, señaló la religiosa.
La hermana Ángela de Fátima Coelho destacó la importancia de las apariciones de Fátima como una “escuela de santidad”, subrayando que la sencillez con la que la Virgen y el ángel se comunicaron con tres pequeños pastores invita a todos a vivir una vida de fe y confianza en Dios. “Hoy tenemos necesidad de santos, y la pedagogía espiritual que la Virgen y el ángel utilizan en Fátima es muy sencilla. Si tres niños pudieron hacerlo, nosotros también podemos”, comentó la religiosa.
El contexto de esta conferencia se enmarca en la solicitud que le realizó el grupo Misión Fátima en Chile y la participación de un grupo de adoradores que busca profundizar en el mensaje de Fátima. La hermana Ángela fue invitada para compartir su experiencia y ayudar a los fieles a conocer más sobre este importante mensaje, que incluye el llamado a la oración y la conversión.
La recepción de sus conferencias en Chile ha sido muy positiva, según la religiosa, quien se mostró emocionada por la calidez y apertura de los asistentes: “Algunos ya conocen y profundizan en el mensaje de Fátima, otros admiten que no sabían mucho, pero están muy abiertos. Me siento en casa”, comentó.
La conferencia fue una oportunidad para que los asistentes profundizaran en la vida de los pastorcitos y en el proceso de canonización de Francisco y Jacinta Marto, dos ejemplos de vida que, como resaltó la Hermana Ángela, pueden inspirar a la santidad en la vida cotidiana de todos los creyentes.
El evento concluyó con un llamado a la confianza en la intercesión de la hermana Lucía, la tercera de los pastorcitos, quien también está en proceso de beatificación. La religiosa alentó a los fieles a conocer más sobre su vida, con la esperanza de que, a través de su intercesión, se pueda presenciar un milagro que acelere su causa en la Iglesia.
Devoción de los cinco primeros sábados
La religiosa se explayó sobre el mensaje de la Virgen que pidió la devoción de los cinco primeros sábados de mes seguidos, con la temática de la reparación como clave. Pues fue Dios quien pidió a Sor Lucia "tener compasión del corazón de su madre cubierto de espinas y un acto de reparación para arrancárselas"; luego la Virgen reiteró la petición y pidió consuelo, es decir, esta devoción tiene como finalidad, a petición propia, "la reparación al Corazón Inmaculado de María, consolar a la Virgen".
La hermana Angela explicó que este itinerario espiritual tiene cuatro partes: rezar el rosario, meditar en los misterios durante 15 minutos, confesarse y comulgar. Hizo referencia también a la promesa que hace la Virgen a quien haga esas cuatro cosas cinco primeros sábados de mes consecutivos, la Madre de Dios promete asistirle en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de su alma: "Es consolador saber que vamos a tener la Virgen por nosotros en el momento de la muerte", pero practicarlo también transforma
