A las manifestaciones sociales que se viven en el país y las medidas de control que ha tomado el gobierno se refirió el administrador apostólico de Rancagua, obispo Fernando Ramos, en una entrevista dada al diario El Tipógrafo.
“Creo que estamos en una situación bien compleja, creo que tenemos una crisis que tiene distintas dimensiones. Pienso que parte por un malestar muy extendido y explotó por un aspecto muy pequeño que era el reajuste del valor del Metro en Santiago, lo que evidentemente fue la gota que rebalsó el vaso de agua que ha permitido aflorar esta realidad”, señaló al periódico el administrador apostólico de la Diócesis Rancagua.
Añadió que “el malestar o estallido social se ha extendido a prácticamente todo el país”, y que esto tiene relación con problemáticas de corte político, social y económico, como por ejemplo el tema previsional.
Con respecto a las causas de la situación que se vive señaló al diario que: “Esto me da pie para plantear un aspecto que es la molestia, el reclamo de la ciudadanía hacia la clase política y a las autoridades en general, a quienes cumplen un rol importante, y en Rancagua, por ejemplo, han ocurrido cosas gravísimas de corrupción, con la Corte de Apelaciones, el fiscal regional, lo mismo la clase política y, en ese sentido, nosotros con humildad como iglesia también tenemos que reconocer que hemos escandalizado a mucha gente con actos cometidos por algunos de nuestros ministros de la iglesia”.
El Obispo Fernando Ramos añadió al respecto que “tenemos un malestar en general hacia las instituciones y la clase política, y que particularmente respecto a esto último se ha visto reflejado ahora. No han podido conectar con qué está pidiendo la gente con su discurso, hay una desarticulación general y una exigencia, entonces la gente está muy molesta de ser testigos de las peleas interminables entre políticos que no logran cristalizar en políticas públicas que vayan en servicio de la gente. En eso hay una molestia general”.
El clérigo considera que estos conflictos son parte de la sociedad chilena desde hace muchas décadas, y que históricamente el país ha experimentado procesos recurrentes de estabilidad, de estallidos sociales donde, a su juicio, no ha operado bien la institucionalidad.
Monseñor Ramos expresó que todos tenemos derecho a manifestarnos cuando somos testigos o creemos que la justicia no se está cumpliendo. “Hay formas y formas para expresar nuestra disconformidad, nuestra molestia, y creo que un principio en el cual tenemos que manifestar nuestra opinión es el respeto a la paz y el respeto a los otros. Ahora mucha gente se ha manifestado, una gran mayoría de forma pacífica, pero también hemos visto actos de violencia, de agresión, actos que no contribuyen a la paz social. Tenemos que buscar la paz social para armar una estructura de diálogo que nos lleve a la justicia”, aseveró monseñor Fernando Ramos al diario El Tipógrafo.