Actualidad Diocesana

Más de 600 “Madrugadores” participaron en Encuentro Nacional

Jueves 07 de Noviembre del 2019
Este se desarrolló en el marco de la celebración de los 30 años desde su fundación en el Santuario de Schoenstatt.

Con una Eucaristía presidida por el administrador apostólico de Rancagua, monseñor Fernando Ramos Pérez, se dio inicio al 16° Encuentro Nacional de Los Madrugadores, que reunió durante tres días (1, 2 y 3 de noviembre) a más de 600 hombres madrugadores de Chile y el extranjero.

Este encuentro, que se desarrolló en el marco de la celebración de los 30 años desde la fundación, tuvo por lema “Hagan brillar su luz delante de los hombres” (mt5, 16).

El coordinador del Encuentro, Miguel Pinto, explica que “en el encuentro del  año 2009, el lema fue “Vamos a encender el mundo” y hasta ese minuto nosotros, Los Madrugadores, sólo teníamos presencia en Chile”.

 “Hoy, 10 años después, tenemos presencia  en 16 países como Argentina, Bolivia, México, Costa Ricas y Colombia, entre otros”. 

Es así como en este encuentro participaron aproximadamente 140 comunidades nacionales y alrededor de 50 madrugadores extranjeros.

En ese sentido, enfatiza que “para nosotros esto significa que Jesús quiere brillar a través nuestro, pero para ello nosotros debemos ser vasijas que estén limpias. Entonces la gran invitación es a esforzarnos cada día por ser personas intachables”.

El coordinador del encuentro, Miguel Pinto, dice que durante el encuentro, los madrugadores compartieron sus historias de vida a través de diferentes talleres donde los testimonios fueron fundamentales.

 

También rezaron y visitaron el Santuario de Schoenstatt, que “fue bastante significativa”, recalca.

Los Madrugadores es una corriente de vida que nació el año 1989 en Rancagua y uno de sus fundadores es el rancagüino Octavo Galarce.

Miguel Pinto recalca que “nuestro carisma es que somos marianos, hombres que recibimos la gracia de la mater y que son la acogida, la transformación y posteriormente el  envío”.

Señala que otra característica es que es una organización sin una estructura, lo cual les impone un desafío individual que se sume al colectivo.

En ese sentido, hace hincapié sobre la misión de cada madrugador por hacer brillar a Jesús.

Enfatiza que la vivencia de ser Madrugador es transformador  y por ello invita a todos los hombres que quieran unirse a esta corriente a que asistan. “Ese es el único requisito: ir”.